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¿Qué hay detrás de una empresa exitosa? |
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19 de Octubre, 2011
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Backer, Ricardo |
Detrás de una empresa exitosa hay muchas cosas, porque es un sistema complejo. Desde ya un producto o servicio que tenga demanda en cantidad suficiente como para generar utilidades. Pero también una gestión exitosa de la operación y de los aspectos comerciales. Si es una empresa a cargo de “empresarios”, un hombre talentoso. Y si es una empresa a cargo de un conjunto de gerentes, un equipo que aplica bien las técnicas de management.
Los empresarios y los gerentes son dos especies distintas. Un empresario bueno, es el que tiene el genio creador de tener una idea, la fuerza para convertirla en plata, y la energía como para ir venciendo los obstáculos e impulsar “siempre para adelante”. Un gerente bueno tiene por principal virtud lograr que la gente logre objetivos. Ambos son complementarios. Las empresas no existirían sin empresarios, y no crecerían sin gerentes. El talento empresario es más una característica personal que algo adquirido. Pero se desarrolla. El talento gerencial se aprende. Nadie nace gerente, pero como en todo, hay gente que le sale más natural que a otros.
Las claves para emprender un negocio en la Argentina dependen de factores más propios de nuestra idiosincrasia: saber aprovechar momentos, saber generar situaciones favorables, conexiones. No asustarse, cambiar rápidamente de rumbo, saber luchar contra competencia desleal, saber trabajar con capital ajeno. Un mundo bastante primitivo. En el resto del mundo, se requiere buenas ideas, capital, talento, obedecer las leyes.
Ser realista en evaluarlo y hacer las cosas bien, definen el éxito de un proyecto. A corto plazo hay gente que puede sobrevivir sin eso, pero a la larga, hay que tener calidad y buena gente. La gente es clave. Y muchas veces es ahí donde falla el empresario. Lanza bien el proyecto y es bueno él mismo haciendo muchas cosas. Pero cuando tiene que empezar a delegar, sea porque se cansa, sea porque creció, no encuentra cómo hacer que un conjunto de gente continúe lo que él inició.
Las empresas más grandes y establecidas buscan en terceros habilidades y experiencias que ellos no tienen. Y tienen que ser situaciones donde lo necesario sea una ayuda temporaria. Poner en marcha algo, cambiar algo, lanzar un proyecto, empezar a hacer cosas en forma diferente. El externo, que ya lo hizo muchas veces, sabe cómo y ahorra costos y errores que son MUY costosos. Y aunque parezca caro, si es bueno, resulta menos costoso que los errores, y obtiene resultados mejores y más rápidamente, lo cual también vale plata.
Los obstáculos más frecuentes a los que se enfrentan actualmente las empresas tienen que ver con la incapacidad de lograr que la gente que forma parte de la empresa trabaje bien, en equipo, y obteniendo los mejores resultados posibles. Muchas empresas tienen dificultades para explicitar el tipo de gente que necesitan, las competencias (habilidades) que son necesarias en cada posición. Y si tienen dificultades en explicar lo que necesitan, tienen más dificultades aún en elegir bien la gente. Otras veces, hay gente Buena, pero no trabajan bien en equipo. Son buenas individualidades, pero el resultado final no es satisfactorio. Pensemos nomás en la Selección Argentina y los resultados de Sudáfrica.
Uno de los errores más comunes es pensar que la gente es buena con el único requisito de que es de mi confianza, y no exigir competencias (habilidades adecuadas) aptas para las circunstancias. No saber pedir resultados o comportamientos, no saber evaluar, no saber echar, no invertir en mantener un equipo y un clima que haga que la gente funcione bien. No darse cuenta que gente que en un momento fue muy eficaz, hoy ya no lo es y puede tener que ser asignado a otro destino.
Para distinguir a un líder dentro de un grupo de trabajo alcanza con observar. Pero hay que estar seguro de no confundir una característica extrovertida con liderazgo. Un líder lo es en las buenas y en las malas, y es un líder que no solo habla sino que obtiene que los otros lo sigan productivamente, es decir obteniendo los resultados que se necesitan. Y también hay líderes menos extrovertidos, pero que logran lo mismo con otro estilo, y hay que tener forma de reconocerlos.
Todo Directivo tiene que tener un buen contacto con la realidad, y buen diálogo, generando un clima que facilite que la gente se exprese. Es la mejor herramienta. Como estudio de asesoramiento, ¿de qué manera adaptan sus planes de trabajo a las necesidades particulares de sus clientes? Gastamos todo el tiempo que sea necesario para entender cuál es la causa última de los problemas, para ver cuáles hay que atacar, y pensar cuál es la mejor solución para cada situación. No se puede asesorar sin entender bien las necesidades particulares. Y si uno no puede satisfacerlas, mejor que no asesore. Para cada conjunto de problemas hay unos pocos que saben resolverlos. El problema para muchas empresas es saber distinguir quién es el que mejor puede ayudarles, al igual que a veces les cuesta distinguir la persona correcta a incorporar. Hay que invertir tiempo en darse cuenta. Y el asesor tiene que tener la honestidad de decir que algo no es su especialidad.
Los cambios los hacen las personas de las empresas. Los consultores marcan un camino y facilitan entender. Así que la velocidad depende de los directivos de cada empresa.
La metodología NEA está pensada para empresas más bien grandes, pero sirve para otras también. Consiste en el fondo en una forma de averiguar qué piensa la gente clave de la empresa sobre dónde están los cambios de rumbo que ellos consideran que hay que hacer en la empresa, y una forma de convertir esos pensamientos en temas que se discuten entre todos y se logran acuerdos consensuadamente y se asumen responsabilidades. Lo interesante es que todos tienen oportunidad de convertir sus críticas en acción. Esto enriquece el proceso con la perspectiva de cada uno, y convierte la energía negativa en planes de acción conjuntos.
Es necesario asesorarse cuando uno está dejando ventajas a la competencia, o ganando menos de lo que puede, o conduciendo la empresa a un destino incierto. Cuando uno está frustrado por haber pensado muchas cosas, pero no obtiene los resultados que pensó. Cuando uno está cansado de no resolver lo que sabe que está mal. |
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publicado por
hacheaefe a las 19:24 · Sin comentarios
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Sobre mí |
Héctor Alberto Faga
Escritor, poeta, novelista
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