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CEOs en el siglo XXI, 3 resultados |
31 de Octubre, 2011
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Molinari, Paula |
Gran desafío para los CEOS del siglo XXI: todos tendrán que replantear sus modelos de negocio. Las empresas bandera del siglo pasado deberán renovarse completamente para sobrevivir en una era donde las necesidades de la sociedad y no sólo las económicas convencionales, definirán los mercados. Los líderes del futuro deberán entonces tener la capacidad de reinventar las empresas para que puedan sobrevivir en un mundo nuevo, cuyo nuevo paradigma hoy se está reconfigurando a partir de algunos en pilares ya contundentes: transparencia, integridad, colaboración, sustentabilidad. Será necesaria una gran cuota de innovación. El desafío es enorme también porque cambia totalmente la agenda del CEO y por lo tanto, las habilidades requeridas. Pasan a ser temas prioritarios en esta agenda la innovación, la creación de valor compartido, el bienestar, la marca de empleador, la interconexión con todos los "stakeholders" y la transparencia. No sólo líderes visionarios, sino también con mucho coraje.Con estos cambios, las empresas y los modelos de negocio que fueron íconos del siglo XX, están en peligro.Por primera vez, las empresas pequeñas están en una situación ventajosa: es mucho más fácil allí generar cambios radicales y moverse con velocidad, tanto en el modelo de negocio como en la transformación cultural.Como consecuencia de estos cambios radicales, el rol del CEO en el siglo XXI sufrirá grandes modificaciones: en un mundo que va tan rápido, que es tan poco previsible, donde todo está en continua reconfiguración y transformación, los CEOs deberán saber generar tensión y conflicto para asegurar respuestas innovadoras y capacidad de adaptación. Aquellos que sepan liderar solamente a partir del orden y la armonía, deberán colgar la toalla. La tensión y el caos serán los productores de respuestas superadoras.En este desorden se enmarca también la gestión de la diversidad. El siglo XX fue una era de respuestas uniformes. En el futuro, la personalización será la respuesta, tanto para el mercado externo como para el mercado interno - la gente que allí trabaja -. Liderar implicará saber mantenerse en equilibrio y lograr resultados a partir del desorden.Los nuevos CEOs deberán ser muy hábiles en la creación de una cultura con foco en la generación de valor compartido, basada en la transparencia e integridad. Deberán replantear las relaciones con todos los "stakeholders" en base al aporte de valor de cada uno de ellos. De nuevo, el siglo pasado fue el de la confrontación, y esta nueva era es la de la colaboración.La transparencia impondrá profundos cambios en la gestión, en la manera de hacer las cosas. Por lo tanto, los líderes más valiosos serán aquellos que impulsen cambios radicales en la forma de operar, que incluirán muchas redefiniciones en tecnología, asegurando mayor automatización y mayor conexión y en la simplificación y reconfiguración de procesos.El CEO de esta nueva era deberá también manejar otros tiempos: todos los "stakeholders" plantearán demandas cada vez más exigentes que requerirán respuestas veloces. Pero no solamente deberán ser rápidos ellos mismos en sus decisiones, sino alentar la velocidad - y entonces autonomía - de todos los colaboradores. Esto implicará muchas veces repensar las estructuras organizativas, para eliminar burocracias, y alentar la gestión orientada a la ejecución.Como si esto fuera poco, los cambios en el rol de comunicador serán gigantescos: de la comunicación "top-down" esperada en el siglo XX, al mundo de la colaboración y de la interconexión, que exige saber escuchar, valorar el aporte del otro e interactuar agregando valor con velocidad, en todos los niveles organizativos. El CEO perfecto es un gran comunicador, pero en otro sentido. No es el experto en hablar frente a los empleados o clientes, bajando las estrategias, sino es hábil en abrir canales, generar la participación, escuchar los aportes de todos y alentar una cultura que valora las interconexiones, las genera y las cuida. Dramático cambio entre un siglo y otro: de un CEO que está protegido por su secretaria "filtrando" los llamados, a uno que está permanentemente "on line" y se nutre de todos los contactos. Indispensable: no tener miedo a comunicar, a canales abiertos, a información que circula libremente. Un pilar para la transparencia.Finalmente, las empresas exitosas en esta nueva era de la colaboración, serán las que adopten el modelo de los Tres Resultados (Triple Bottom Line). En consecuencia, las 3 "P" serán la medida del éxito de sus CEOs: Rentabilidad ("Profit"), Personas y Planeta.Adaptación de la nota publicada en el Cronista http://goo.gl/nPSby |
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publicado por
hacheaefe a las 19:58 · Sin comentarios
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Héctor Alberto Faga
Escritor, poeta, novelista
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