Este trabajo nos permite ofrecer una herramienta
integrada que resume una serie de indicadores de desempeño que liderizan los
negocios modernos.
La medición y la gestión en la era de la información:
El BSC proporciona a los directivos el equipo de instrumentos que necesitan para
navegar hacia un éxito competitivo futuro.
Hoy en día las organizaciones están compitiendo en
entornos complejos y por lo tanto es vital que tengan una exacta comprensión
de sus objetivos y de los métodos que han de utilizar para alcanzarlos.
El BSC traduce la estrategia y la misión de una
organización en un amplio conjunto de medidas de la actuación que proporcionan
la estructura necesaria para un sistema de gestión y medición estratégica.
El BSC mide la actuación de la organización desde
cuatro perspectivas equilibradas:
·
Las Finanzas.
·
Los clientes.
·
Los procesos internos.
·
La formación y crecimiento.
Por ello el BSC permite que las empresas puedan
seguir las pistas de los resultados financieros, al mismo tiempo que observan
los progresos en la formación de aptitudes y la adquisición de los bienes
tangibles que necesitan para su crecimiento futuro.
En la actualidad las empresas se encuentran en medio
de una transformación revolucionaria, donde la aparición de la era de la
información ha hecho que las empresas no puedan seguir obteniendo ventajas
competitivas sostenibles mediante la
aplicación de las nuevas tecnologías a los bienes físicos y llevando a
cabo una excelente gestión de los activos y pasivos financieros.
El impacto de la era de la información es aún más
revolucionario en las empresas de servicios que en las manufactureras, ya que
el entorno de esta era exige a las empresas tener nuevas capacidades para
obtener el éxito competitivo.
La habilidad de una empresa para movilizar sus
activos intangibles se ha convertido en algo mucho más decisivo que invertir y
gestionar sus activos tangibles y físicos.
Las empresas de la era de la información tendrán
éxito si invierten en:
· Sus activos intelectuales y los gestionan.
· La especialización funcional debe ser integrada en
los procesos basados en el cliente.
· La producción en masa y la prestación de
servicios y productos estándar ha de ser
reemplazada por la entrega flexible, entusiasta y de alta calidad de productos
y servicios innovadores, que puedan ser dirigidos hacia segmentos de clientes seleccionados.
· La innovación y mejora de los productos, servicios y
procesos deberán ser generadas por empleados muy preparados, una superior
tecnología de la información y unos procedimientos organizativos adaptados
Si las empresas invierten en la adquisición de estas
nuevas capacidades, su éxito o fracaso no puede ser medido a corto plazo por el
modelo de contabilidad financiera implantado hace muchos años y utilizados aún por
las empresas, ya que este modelo sólo mide los acontecimientos pasados, no las
inversiones en las capacidades que proporcionan valor para el futuro.
El Balanced Scorecard pone énfasis en que los indicadores
financieros y no financieros deben formar parte del sistema de información para
empleados de todos los niveles de la organización.
Los empleados de primera línea han de comprender las
consecuencias financieras de sus decisiones y acciones; los altos ejecutivos
deben comprender los inductores de éxito financiero a largo plazo.
Los
objetivos y las medidas establecidas en el BSC son algo más que una colección
de indicadores de actuación financiera y no financiera; se derivan de un
proceso vertical impulsado por el Objetivo y la estrategia de la unidad de negocio.
El BSC debe transformar el objetivo y la estrategia
de una unidad de negocio en objetivos e indicadores tangibles.
Estos
indicadores deben representar un equilibrio entre los indicadores externos para
los accionistas y clientes y los indicadores internos de los procesos críticos
de negocios, innovación, formación y crecimiento.
El BSC es más que un sistema de medición táctico u
operativo.
Las empresas innovadoras lo están utilizando como un “sistema de
gestión estratégica” para gestionar sus estrategias de largo plazo; es decir,
para llevar a cabo procesos de gestión
decisivos tales como:
· Aclarar y traducir o transformar la visión y la
estrategia.
· Comunicar y vincular los objetivos e indicadores
estratégicos.
· Planificar, establecer objetivos y alinear las
iniciativas estratégicas.
· Aumentar el feedback y formación estratégica.
El proceso del BSC empieza cuando el equipo de alta
dirección se pone a trabajar para traducir la estrategia de su unidad de
negocio en unos objetivos estratégicos específicos; es decir, para fijar los
objetivos financieros, el equipo debe pensar si van a poner énfasis en el
crecimiento del mercado y los ingresos o en la generación del Cash Flow.
En caso de los objetivos clientes, debe llegarse a un
acuerdo sobre los segmentos más deseables y los productos y
servicios a ofrecer a esos segmentos seleccionados.
Una vez establecidos los objetivos clientes y
financieros, la empresa identifica los objetivos y los indicadores para su proceso interno.
Esta identificación
representa una de las innovaciones y beneficios del BSC.
El BSC destaca aquellos procesos más
decisivos e importantes para alcanzar una actuación realmente extraordinaria de
cara a los clientes y a los accionistas.
La vinculación con los objetivos de formación y
crecimiento revela la razón fundamental para realizar las inversiones
importantes en el perfeccionamiento de empleados, en tecnología y sistemas de
información y en procedimientos organizativos.
Los objetivos del BSC se convierten en la
responsabilidad conjunta del equipo de altos ejecutivos, permitiendo que sirva
de marco organizativo para un amplio conjunto de importantes procesos de
gestión basados en equipos; es decir, crea consenso y trabajo en equipo entre
la alta dirección, sin tener en cuenta para nada su experiencia ocupacional o
pericia funcional previa.
Los objetivos e indicadores estratégicos del BSC se
comunican a través de toda la organización, por medio de los boletines internos
de una empresa, los tabloides de anuncios, videos o forma electrónica a través
de los ordenadores personales e instalados en red.
La comunicación sirve para indicar a todos los
empleados los objetivos críticos que deben alcanzarse si se quiere que la
estrategia de la organización tenga éxito.
El BSC causa mayor impacto cuando se despliega para
conducir el cambio organizacional, ya que permite que la empresa integre su
planificación estratégica en su proceso anual de presupuestos.
En el momento en
que la organización establece unos objetivos de extensión de 3 a 5 años para
las medidas estratégicas, los directivos también deben prever objetivos para
cada indicador durante el siguiente ejercicio económico.
Estos objetivos de corto plazo proporcionan unos
blancos específicos para la evaluación del progreso en el plazo más próximo
dentro de la trayectoria estratégica a largo plazo de la unidad de negocio.
El proceso de planificación y de gestión del
establecimiento de objetivos permite a la organización:
· Cuantificar los resultados a largo plazo que desea
alcanzar.
· Identificar los mecanismos y proporcionar los
recursos necesarios para alcanzar estos resultados.
· Establecer las metas a corto plazo para los
indicadores financieros y no financieros del BSC.
El BSC les permite vigilar y ajustar la puesta en
práctica de sus estrategias y, si fuera necesario, hacer cambios fundamentales
en la propia estrategia.
El proceso de formación estratégica empieza con el
primer proceso de la clarificación de una visión compartida que toda la
organización quiere conseguir.
La utilización de la medición como un lenguaje ayuda
a traducir conceptos complicados y de frecuencia nebulosa a una forma más
precisa, que puede obtener el consenso entre los ejecutivos.
El proceso de comunicación y alineación moviliza a
todos los individuos para que realicen acciones dirigidas a conseguir objetivos
organizacionales.
El énfasis sobre la causa–efecto a la hora de
construir el BSC introduce sistemas de
pensamiento dinámico, permite que individuos de diversas partes de una
organización comprendan la forma en que encajan las piezas, la forma en que su
papel influye en los demás e, incluso, en toda la organización.
El proceso de planificación, establecimiento de
objetivos y de iniciativa estratégica, define unos objetivos de actuación,
cuantitativos y específicos para la organización, a través de un conjunto
equilibrado de inductores de actuación y resultados.
Estos tres primeros procesos son esenciales para
poner en práctica la estrategia.
Pero por si solos son insuficientes, ya que se
deben establecer unos sistemas de control de gestión y de operaciones para
asegurarse de que los directivos y los empleados actúan de acuerdo a un plan
estratégico establecido por la alta
dirección.
El BSC estimula el aprendizaje entre los ejecutivos
clave con respecto a la viabilidad y validez de su estrategia.
Este proceso de formación y feedback estratégico
alimenta el proceso estratégico y de visión en que los objetivos en las
diversas perspectivas que se revisan se ponen al día y se reemplazan de
acuerdo con la visión más actual de los resultados estratégicos y los
inductores de la actuación, para los períodos venideros.
El verdadero poder del BSC aparece cuando se
transforma de un sistema de indicadores en un sistema de gestión.
Y que puede ser utilizado para:
· Clarificar la estrategia y conseguir el consenso
sobre ella.
· Comunicar la estrategia a toda la organización.
· Alinear los objetivos personales y departamentales
con la estrategia.
· Vincular los objetivos estratégicos con los
objetivos a largo plazo y los presupuestos anuales.
· Realizar revisiones estratégicas periódicas y
sistemáticas.
· Obtener feedback sobre la estrategia y mejorarla.
Los procesos de gestión alrededor del BSC permiten
que la organización se equipare y se centre en la puesta en práctica de la estrategia a largo plazo.
¿Por qué necesitan las empresas un
cuadro de mando integral?
El sistema de medición de una organización afecta
muchísimo el comportamiento de la gente, tanto del interior como del exterior
de la organización.
Si las empresas han de sobrevivir y prosperar en la
competencia de la era de la información, han de utilizar sistemas de medición y
de gestión derivados de sus estrategias y capacidades.
El BSC conserva la medición financiera como un
resumen crítico de la actuación gerencial, pero realza un conjunto de
mediciones más generales e integradas, que vinculan al cliente actual, los
procesos internos, los empleados y la actuación de los sistemas con el éxito
financiero a largo plazo.
Los directivos empresariales han acogido muy bien el
BSC, ya que les permite dar cumplimiento a la visión de sus firmas y por la misma vía, la consecución de
los objetivos y metas trazados en sus planes estratégicos.
Aunque la planeación estratégica es una herramienta
muy usada en las empresas, comúnmente la visión que se presenta en los planes estratégicos empresariales no se traduce
en términos operativos que permitan hacerla conocer al interior de toda la
organización.
El BSC busca fundamentalmente complementar los
indicadores financieros tradicionalmente utilizados para evaluar el desempeño
de las empresas, combinando indicadores financieros con no financieros,
logrando así un balance entre el
desempeño de la organización día a día y la construcción de un futuro
promisorio, cumpliendo así la misión organizacional.
“Estrategia versus acción”
El BSC es una herramienta que, sin poner las
operaciones normales de la empresa en
apuros, se complementa con lo construido en la organización, y conjuga los indicadores
financieros y no financieros en cuatro diferentes perspectivas a través de los
cuales es posible observar a la empresa en su conjunto:
· Perspectiva financiera:
Ya que los indicadores financieros son valiosos para resumir las
consecuencias económicas, fácilmente mensurables, de acciones que ya se han
realizado, las medidas de actuación financiera indican si la estrategia de una
empresa, su puesta en marcha, están contribuyendo al mínimo aceptable.
Los objetivos financieros acostumbran a relacionarse con la rentabilidad,
medida por ejemplo por los ingresos de explotación, los rendimientos de capital
empleado o por el valor añadido económico.
· Perspectiva del cliente:
Los directivos identifican los segmentos de clientes y de mercado en
los que competirá la unidad de negocio, y las medidas de la actuación de la
unidad de negocio en esos segmentos seleccionados.
Los indicadores utilizados son la satisfacción al cliente, la
retención de clientes, la adquisición de nuevos clientes, la rentabilidad del
cliente y la cuota de mercado en los
segmentos seleccionados.
La perspectiva del cliente permite a los directivos de unidades de
negocio articular la estrategia de cliente basada en el mercado, que
proporcionará unos rendimientos financieros futuros de categoría superior.
· La perspectiva del proceso interno:
Los ejecutivos identifican los procesos críticos internos en los que
la organización debe ser excelente.
Estos procesos permiten a la unidad de negocio:
- Entregar las propuestas de valor que atraerán y
retendrán a los clientes de los segmentos de mercados seleccionados.
- Satisfacer las expectativas de excelentes
rendimientos financieros de los accionistas.
Los objetivos del BSC de los procesos internos realzarán algunos
procesos, varios de los cuales puede que en la actualidad no se estén llevando
a cabo, y que son más críticos para que la estrategia de una organización tenga
éxito.
La segunda novedad de este enfoque es que incorpora procesos
innovadores a la perspectiva del proceso interno.
La organización crea valor al
producir, entregar y servir el producto al cliente a un coste inferior al
precio que recibe.
· La perspectiva de formación y crecimiento:
Identifica la infraestructura que la empresa debe construir para
crear, mejorar y crecer a largo plazo.
La formación y el crecimiento de una organización proceden de tres
fuentes principales:
- Las personas.
- Los sistemas de información
- Los procedimientos de la organización
Las medidas basadas en los empleados incluyen una mezcla de
indicadores de resultados genéricos, como unos índices detallados y concretos
para el negocio involucrado de las
habilidades concretas que se requieren para el nuevo entorno competitivo.
Las capacidades de los sistemas de información pueden medirse a través
de la disponibilidad en tiempo real de la información fiable e importante
sobre los clientes y los procesos internos, lo que facilita a los empleados de
primera línea la toma de decisiones y de actuación.
Los procedimientos de la organización pueden examinar la coherencia de
los incentivos a los empleados con los factores de éxito general de la
organización y con las tasas de mejoras, medida de los procesos críticos
internos basados en los clientes.
El BSC es un modelo integrado porque utiliza las
cuatro perspectivas indispensables para ver a una empresa o área de la empresa
como un todo.
Es una herramienta estratégica porque trata de tener
indicadores que están relacionados entre sí y que cuenten la estrategia de la
empresa por medio de un mapa de enlaces de causa-efecto (indicadores de resultados
e indicadores impulsores).
La mayoría de las empresas tienen indicadores
aislados, definidos independientemente por cada área de la compañía, los cuales
buscan siempre fortalecer el poder de las mismas.
Lo que se requiere hoy en día que las empresas establezcan indicadores relacionados
(cruzados) construidos entre todas las áreas en forma consensuada, buscando
siempre negociar los trade–offs no permitiendo que un área sobresalga a costa
de otra u otras áreas de la empresa.
La
perspectiva Financiera:
La construcción del BSC debería animar a las
unidades de negocios a vincular sus objetivos financieros con la estrategia de
la corporación.
Los objetivos financieros sirven de enfoque para
los objetivos e indicadores en todas las
demás perspectivas del BSC.
Los objetivos Financieros pueden diferir en forma
considerable en cada fase de ciclo de vida de un negocio:
· Crecimiento
· Sostenimiento
· Cosecha.
La teoría de la estrategia de los negocios sugiere
varias estrategias diferentes que las unidades de negocios pueden seguir y que
van desde un crecimiento agresivo de la cuota del mercado hasta la
consolidación, salida y liquidación.
Los
negocios en crecimiento se encuentran en la fase más temprana de su ciclo
de vida.
Tienen productos y servicios
con un significativo potencial de crecimiento.
Para capitalizar este potencial, es posible que
tengan que dedicar unos recursos
considerables al desarrollo e intensificación de nuevos productos y servicios;
construir y ampliar las instalaciones de producción; crear capacidad de funcionamiento; invertir en sistemas,
infraestructuras y redes de distribución que apoyen las relaciones globales, y nutrir y desarrollar las relaciones con los
clientes.
Los negocios en la fase de crecimiento pueden operar
con Cash Flow negativos y de muy bajos rendimientos sobre el capital invertido.
Las inversiones que se hacen de cara al futuro
pueden consumir más dinero del que puede ser generado en la actualidad por la
limitada base de los productos, servicios y clientes existentes.
El objetivo financiero general para las empresas en
fase de crecimiento será un porcentaje del crecimiento de las ventas en los
mercados, grupos de clientes y regiones seleccionadas.
En la fase de
sostenimiento (en la cual es posible que se encuentre la mayoría de las
empresas), se siguen atrayendo
inversiones y reinversiones, pero se les exigen que obtengan unos excelentes
rendimientos sobre el capital invertido.
Se espera que estas empresas mantengan sus cuotas de
mercado existente y quizás lo incrementen de algún modo año tras año.
Los proyectos de inversiones se dirigirán más a
solucionar cuellos de botella, a ampliar la capacidad y a realzar la mejora
continua, en lugar de inversiones de opciones de crecimiento y recuperación
lejana que se hacían en la fase de crecimiento.
La mayoría de las unidades de negocios en fase de
sostenimiento utilizarán un objetivo financiero relacionado con la
rentabilidad.
Este objetivo puede expresarse por medio de la
utilización de medidas relacionadas con los ingresos contables, como los
beneficios de explotación y el margen bruto.
Estas medidas toman el capital invertido en la
unidad de negocio como dado y piden a los directivos que aumenten al máximo los
ingresos que pueden ser generados por el capital invertido.
A otras unidades de negocios más activas se les pide
que gestionen no sólo los flujos de ingresos sino también el nivel de capital
invertido en la unidad de negocio.
Las medidas utilizadas para estas unidades de
negocios relacionan los ingresos
contables obtenidos con el capital
invertido en la unidad de negocio.
Medidas como los rendimientos sobre el capital
invertido y el valor económico agregado, son representativas de las que se
utilizan para evaluar la actuación de estas clases de unidades de negocios.
Las unidades de negocios que llegan a la edad madura
del ciclo de su vida, es decir, en la fase
de cosecha o recolecta, desean recolectar las inversiones generadas en las
fases anteriores.
Las empresas en esta fase ya no requieren
inversiones importantes; sólo las necesarias para mantener los equipos y las
capacidades y no para ampliar o crear nuevas capacidades.
Cualquier proyecto de inversión ha de tener unos
períodos de restitución muy cortos y definidos.
El objetivo principal es aumentar el máximo el retorno
el cash flow a la corporación.
Los objetivos financieros generales para los
negocios en fase de cosecha o recolecta
será el cash flow antes de la depreciación y reducir las necesidades del
circulante.
Los objetivos financieros de las empresas en cada una de estas fases
son diferentes.
· Los objetivos financieros fase
de crecimiento enfatizaran el crecimiento de las ventas en nuevos
mercados y a nuevos clientes, y procedentes de nuevos productos y servicios, manteniendo unos niveles de gastos adecuados para el desarrollo de los
productos y de los procesos, los sistemas, las capacidades de los empleados y
el establecimiento de nuevos canales de marketing, ventas y distribución.
· Los objetivos en fase de sostenimiento
pondrán énfasis en los indicadores financieros tradicionales, como el ROCE, los
beneficios de explotación y el margen bruto.
Los proyectos de inversión serán evaluados por medio de análisis
estándar de las inversiones, tales como los flujos de caja actualizados.
Algunas empresas utilizarán indicadores financieros más nuevos, como
el valor económico agregado y el valor de los accionistas.
Todas estas medidas representan el objetivo financiero clásico:
Obtener unos excelentes rendimientos sobre el capital aportado al negocio.
· Los objetivos financieros para las empresas que se encuentran en la fase de cosecha estarán
presionadas hacia el cash flow.
Cualquier inversión que se haga ha de tener unas restituciones de
dinero seguras e inmediatas.
Los indicadores financieros tales como rendimiento sobre las
inversiones, valor económico agregado y los beneficios de explotación, son menos
relevantes, ya que se han realizado las grandes inversiones.
El objetivo no es incrementar al máximo los rendimientos sobre las inversiones (lo
que podría animar a los directivos a buscar nuevas inversiones basándose en
rendimientos futuros), sino aumentar al máximo el dinero que puede devolverse a
la empresa, procedente de todas las
inversiones realizadas en el pasado.
El desarrollo del BSC debe empezar por el desarrollo
de un diálogo entre el directos general y el director financiero de la unidad
de negocio sobre los objetivos y la categoría financiera concreta de la unidad
de negocio, por lo cual deben tener una estrategia financiera explícita para
cada una de las unidades de negocios, los cuales deben ser revisados periódicamente a fin de cambiar o reafirmar la estrategia financiera de la
unidad.
Una gestión financiera eficaz ha de cuidarse igual
de riesgo como de los rendimientos.
Los objetivos relacionados con el crecimiento, la
rentabilidad y el cash flow acentúan la mejora de los rendimientos de la
inversión.
Pero las empresas deben equilibrar los rendimientos
esperados con la gestión y control de riesgo.
Por ello muchas empresas incluyen en sus perspectivas
financieras un objetivo referido a la dimensión del riesgo de su estrategia,
por ejemplo, diversificación de las fuentes de ingresos.
En general, la gestión del riesgo es un objetivo
adicional que debe complementar cualquier estrategia de rentabilidad que la
unidad de negocio haya elegido.
Para cada una de las fases anteriores de
crecimiento, sostenimiento y recolección, existen tres temas financieros que
impulsan la estrategia financiera empresarial:
· Crecimiento y diversificación de los ingresos:
Implica la expansión de la oferta de productos y servicios, llegar a
nuevos clientes y mercados, cambiar la variedad de productos y servicios para
que se conviertan en una oferta de mayor valor añadido, y cambiara el precios
de dichos productos y servicios.
· Reducción de costos/mejora de la productividad.:
Supone esfuerzos para rebajar los costos directos de los productos y
servicios, reducir los costos indirectos y compartir recursos con otras
unidades de negocio.
· Utilización de los activos/estrategia de inversión:
Referente a la utilización de los activos, los directivos intentan
reducir los niveles del capital circulante que se necesitan para apoyar a un
volumen y a una diversidad del negocio dado.
Igualmente obtienen una mayor utilización de los activos fijos,
utilizando los recursos más eficientemente y vendiendo aquellos activos que
proporcionan rendimientos inadecuados sobre su valor de mercado.
Perspectivas
del Cliente:
Las empresas identifican los segmentos del cliente y
de mercado en que han elegido competir.
Estos segmentos representan las fuentes que
proporcionarán el componente de ingresos de los objetivos financieros de la
empresa.
La perspectiva del cliente permite que las empresas
equiparen sus indicadores clave sobre los clientes (satisfacción, retención,
adquisición y rentabilidad) con los segmentos del mercado y clientes
seleccionados.
También les permite identificar y medir en forma
explícita las propuestas de valor añadido que entregarán a los segmentos de
clientes y de mercado seleccionados.
En el pasado, las empresas podían concentrarse en
sus capacidades internas enfatizando la actuación del producto y la innovación
tecnológica.
Pero las empresas que no comprendían las necesidades
de sus clientes, descubrieron al final que los competidores podían hacer
incursiones al ofrecer productos y servicios mejor alineados con las
preferencias de sus clientes.
Si las unidades de negocio han de conseguir una
actuación financiera superior a largo plazo, deben crear y entregar productos y
servicios que sean valorados por los clientes.
Además de aspirar a satisfacer y agradar a los
clientes, los gerentes de unidades de negocio deben, dentro de la perspectiva
del cliente del BSC, traducir sus
declaraciones de visión y estrategia en unos objetivos concretos basados en los
mercados y los clientes.
Las empresas han de identificar los segmentos del
mercado en sus poblaciones de clientes existentes y potenciales y luego seleccionar los segmentos en los que
elige competir.
La identificación de las propuestas de valor añadido
que se entregarán a los segmentos seleccionados se convierte en la clave para
desarrollar objetivos e indicadores para la perspectiva del cliente.
Los clientes existentes y los potenciales no son
homogéneos, tienen preferencias diferentes y valoran de forma diferente los
atributos del producto o servicio.
Un proceso de formulación de estrategia que utilice
una investigación en profundidad del mercado, debe revelar los diferentes
segmentos de mercado o cliente y sus preferencias en cuanto a aspectos tales
como el precio, calidad, funcionalidad, imagen, prestigio, relaciones y
servicio.
La estrategia de la empresa puede definirse en
función de esos segmentos de clientes y de mercado que elija convertir en
objetivos, por lo que el BSC como descripción de la estrategia de una empresa
debe identificar los objetivos del cliente de cada segmento seleccionado.
El grupo de indicadores centrales de los resultados
de los clientes y los cuales son genéricos a todas las organizaciones es el siguiente:
· Cuota de Mercado:
Refleja la proporción de ventas, en un mercado dado (en términos de
número de clientes, dinero gastado o volumen de unidades vendidas que realiza
una unidad de negocios.
· Incremento de clientes:
Mide en términos absolutos o relativos la tasa a la que la unidad de
negocio atrae o gana nuevos clientes o negocios.
· Retención o adquisición de clientes:
Sigue la pista, en términos relativos o absolutos, de la tasa a la que
la unidad de negocios retiene o mantiene con las relaciones de clientes
existentes.
· Satisfacción del cliente:
Evalúa el nivel de satisfacción de los clientes según unos criterios
de actuación específicos dentro de la propuesta de valor añadido.
· Rentabilidad del cliente:
Mide el beneficio neto de un cliente o de un segmento después de
descontar los únicos gastos necesarios para mantener ese cliente.
Las propuestas de valor añadido a los clientes
representan los atributos que las empresas proveedoras suministran a través de
sus productos y servicios para crear fidelidad y satisfacción en los segmentos
de clientes seleccionados.
La propuesta de valor es el concepto clave para
comprender los inductores de los indicadores de satisfacción, incremento,
retención y cuota de mercado.
Aunque las propuestas de valor varían según los
sectores económicos y los diferentes segmentos de mercado, existe un conjunto
de atributos comunes que pueden ser utilizados en la elaboración del BSC.
Y estos pueden ser organizados en tres categorías:
· Los atributos de productos y servicios.
Abarcan la funcionalidad de los productos y servicios, su precio y
calidad.
· La relación con los clientes:
Incluye la entrega del producto/servicio al cliente al igual que la
dimensión de la respuesta y plazo de entrega, y la sensación que tiene el
cliente al comprar en esa empresa.
· Imagen y prestigio:
Refleja los factores intangibles que atraen a un cliente hacia una empresa.
Algunas empresas son capaces - a través de anuncios y de la calidad del
producto y servicio - de generar la lealtad del cliente más allá de los aspectos
tangibles del producto y del servicio.
Inductores
de la actuación para la satisfacción del cliente:
· El tiempo:
Se ha convertido en la actualidad en una gran arma competitiva.
Ser capaz de responder de manera rápida y fiable a la solicitud de un
cliente es con frecuencia la habilidad crítica para obtener y retener clientes.
El plazo de espera no sólo es importante para los productos y
servicios existentes.
Muchos clientes valoran a los proveedores que pueden
ofrecer una corriente continua de nuevos productos y servicios.
Este objetivo puede medirse como el tiempo que transcurre desde que se
ha identificado una nueva demanda de un cliente hasta el momento en que el
nuevo producto o servicio ha sido entregado al cliente.
· Calidad:
Representa en la actualidad una necesidad competitiva ya que los
clientes dan por sentado que los
proveedores de los productos y servicios se realizarán de acuerdo con las
especificaciones señaladas.
La calidad de los bienes y servicios puede medirse por la incidencia
de los defectos que miden los clientes.
Otros indicadores de calidad de los que puede disponer la empresa
fácilmente incluyen las devoluciones de los clientes y los reclamos.
La calidad puede además referirse a la actuación en la dimensión temporal; la medida de la entrega puntual es en realidad una medida de la calidad de la
actuación de la empresa en su fecha de entrega prometida.
· Precio:
Una empresa que suministra a clientes que almacenan y revenden sus
productos y servicios, puede impulsar la satisfacción, lealtad y retención del
cliente gracias al indicador de la rentabilidad de sus clientes y esforzándose
en convertirse en un proveedor altamente rentable.
La
perspectiva del proceso interno:
Para esta perspectiva, los directivos identifican
los procesos más críticos a la hora de conseguir los objetivos de accionistas y
clientes.
Las empresas desarrollan sus objetivos e indicadores
desde esta perspectiva después de haber desarrollado los objetivos e
indicadores para la perspectiva financiera y del cliente.
Los sistemas
existentes de medición de la actuación en la mayoría de las organizaciones se
centran en la mejora de los procesos operativos existentes.
En el BSC se recomienda a los directivos que definan
una completa cadena de valor de los procesos internos, que se inicia con el
proceso de innovación a través de la identificación de las necesidades de los
clientes actuales y futuros, y desarrollando nuevas soluciones para estas
necesidades, continuando con los procesos operativos a través de la entrega de
los productos y servicios existentes a los clientes existentes y culminando con
el servicio venta, ofreciendo servicios después de la venta, que se añaden al
valor que reciben los clientes.
El proceso de derivar objetivos e indicadores para la
perspectiva del proceso interno, representa una de las distinciones más claras
entre el BSC y los sistemas tradicionales de medición de la actuación.
Estos sistemas se centran en el control y mejora de
los centros de responsabilidad existentes.
En el BSC los objetivos e indicadores para la
perspectiva del proceso interno se derivan de estrategias explícitas para
satisfacer las expectativas de los accionistas y del cliente seleccionado.
Este proceso secuencial y vertical acostumbra a
revelar en su totalidad los nuevos procesos en los que una organización ha de
sobresalir con excelencia.
Cada empresa tiene un conjunto único de procesos
para crear valor para los clientes y producir resultados financieros, pero un
modelo genérico de cadena valor del proceso interno abarca tres procesos
principales:
· El proceso de innovación
Se debe pensar en este proceso como la onda larga en el proceso de la
creación de valor, en la que la empresa primero identifica y cultiva los nuevos
mercados, los nuevos clientes y las necesidades emergentes y latentes de los
clientes existentes.
Luego las empresas diseñan y desarrollan los nuevos productos y
servicios que les permiten alcanzar los nuevos mercados y clientes y satisfacer
las necesidades de los clientes recién identificadas.
Este proceso subraya la
importancia de la identificación de las características de los segmentos de
mercado que la organización desea satisfacer con sus productos y servicios
futuros, y de diseñar y desarrollar los productos y servicios que satisfarán a
esos segmentos seleccionados.
Este enfoque permite que la organización ponga énfasis considerable en
los procesos de investigación, diseño y desarrollo que dan como resultado
nuevos productos, servicios y mercados.
· El proceso operativo
Representa la onda corta de la creación de valor en las organizaciones;
empieza con la recepción de un pedido del cliente y termina con la entrega del
producto o servicio al cliente.
Este proceso recalca la entrega eficiente, consistente y oportuna, de
los productos y servicios existentes a los clientes existentes.
Los indicadores de calidad, tiempo de ciclo y costes de los procesos
operativos, han sido desarrollados con anterioridad y se siguen utilizando
conjuntamente con los indicadores de flexibilidad y las características específicas
del producto.
Este proceso es importante y las organizaciones deben identificar las
características de costo, calidad, tiempo y actuación que permitirán entregar
productos y servicios superiores a sus clientes existentes.
· El servicio postventa
Estos incluyen las actividades de garantías y reparaciones,
tratamiento de los defectos y devoluciones y el procesamiento de los pagos.
Los indicadores utilizados pueden ser el tiempo, calidad y coste utilizados en los procesos operativos y en los procesos de facturación de la
empresa.
Este proceso permite que la empresa presente, cuando es conveniente,
aspectos importantes del servicio que se da después de que el producto o
servicio adquirido ha sido entregado al cliente.
La
perspectiva de aprendizaje y crecimiento.
Los objetivos establecidos en las perspectivas
financieras, cliente y de los procesos internos identifican los puntos en que
la organización ha de ser excelente.
Los objetivos de la perspectiva del aprendizaje y
crecimiento proporcionan la infraestructura que permite que se alcancen los
objetivos ambiciosos en las restantes perspectivas.
Y son los inductores necesarios para conseguir unos
resultados excelentes en las anteriores perspectivas.
El BSC recalca la importancia de invertir para el
futuro y no sólo en las áreas tradicionales de inversión, como los nuevos
equipos y la investigación y desarrollo de productos nuevos.
Las organizaciones
deben invertir en su infraestructura, es decir, personal, sistemas y
procedimientos, si es que quiere alcanzar unos objetivos de crecimiento
financiero a largo plazo.
Se habla de tres categorías de variables en la
perspectiva de aprendizaje y crecimiento:
· Las capacidades de los empleados:
Las ideas para mejorar los procesos y la actuación de cara a los
clientes deben provenir, cada vez más, de los empleados que están más cerca de
los procesos internos y de los clientes.
Los indicadores clave sobre la gestión de los empleados se puede ver a
través de:
La satisfacción del empleado:
La medición de la satisfacción reconoce que la moral y la satisfacción general del empleado
respecto al trabajo son de máxima importancia para las organizaciones.
Los
empleados satisfechos son una condición previa para aumentar la productividad,
rapidez de la reacción, calidad y servicio al cliente.
La retención del empleado:
Representa el objetivo de retener a aquellos empleados en los que la
organización tiene interés y en los cuales ha invertido para que se capaciten.
La productividad del empleado:
Es el resultado del impacto global de haber incrementado las
capacitaciones y moral de los empleados así como la innovación y mejora de los
procesos internos y de la satisfacción de los clientes.
· Las capacidades de los sistemas de información:
Unos sistemas de información excelentes son una exigencia para que los
empleados mejoren los procesos, ya sea de forma continua a través de esfuerzos
de Gestión de la calidad total, o de forma discontinua por medio de proyectos
de nuevo diseño y reestructuración de los procesos.
· Motivación, delegación de poder y coherencia de objetivos:
Este se centra en el clima de la organización para la motivación e
iniciativa de los empleados.
El resultado de tener empleados con poder y motivados se puede medir
de varias formas.
Un indicador sencillo ampliamente usado es el número de sugerencias
por empleado con el fin de mejorar la actuación de la organización.
Igualmente puede buscar mejoras en calidad, tiempo o actuación para
procesos específicos de clientes internos.
También se puede utilizar indicadores sobre la coherencia de los
objetivos individuales y de la organización y los indicadores de la actuación.
La capacidad de alcanzar las ambiciosas metas de los
objetivos financieros, del cliente y de los procesos internos depende de la
capacidad de crecimiento y aprendizaje de la organización.
Los inductores del crecimiento y aprendizaje
provienen primordialmente de tres fuentes: Los empleados, los sistemas y la
equiparación de la organización.
Las estrategias para una actuación superior
exigirán, en general, unas inversiones importantes en personal, sistemas y
procesos que construyen capacidades para las organizaciones.
Los objetivos y las medidas de estos inductores
deberán ser parte integrante del BSC de cualquier organización.
Los indicadores basados en los empleados
satisfacción, retención y productividad proporcionan medidas del resultado de
las inversiones realizadas en los empleados, sistemas y equiparación de la
organización.
La ausencia de medidas específicas para la empresa
indican la oportunidad de desarrollo futuro de indicadores sobre el empleado,
los sistemas y la organización, que puedan vincularse más estrechamente a la
estrategia de la unidad de negocio.
La vinculación de los Indicadores del Balanced
Scorecard.
El objetivo de cualquier sistema de medición debe
ser motivar a todos los directivos y empleados para que pongan en práctica con
éxito la estrategia de la unidad de negocio.
Aquellas empresas que pueden
traspasar su estrategia a sus sistemas de mediciones son mucho más capaces de
ejecutar su estrategia porque pueden comunicar sus objetivos y metas.
Esta comunicación hace que los directivos y los
empleados se centren en los inductores críticos, permitiéndoles alinear las inversiones, las iniciativas y las
acciones con la consecución de los objetivos estratégicos.
Un BSC exitoso es aquel que comunica una estrategia
a través de un conjunto integrado de indicadores financieros y no financieros.
El BSC está vinculado estratégicamente a la
organización a través de tres indicadores:
· Las relaciones causa – efecto:
Una estrategia es un conjunto de hipótesis sobre las relaciones causa–efecto.
Un BSC adecuadamente construido debe contar la historia de la
estrategia de la unidad de negocio a través de una secuencia de relaciones
causa–efecto.
El sistema de indicadores debe
hacer que las relaciones (hipótesis) entre los objetivos (indicadores) en las
diversas perspectivas sean explícitas a fin de que puedan ser gestionadas y
convalidadas.
Cada indicador seleccionado para el BSC deberá ser un elemento de una
cadena de relaciones de causa efecto que comunique el significado de la
estrategia de la unidad de negocio a la organización.
· Los resultados y los inductores de actuación:
Todos los BSC utilizan ciertos indicadores genéricos que tienden a
referirse a los resultados clave, los cuales reflejan los objetivos comunes de
muchas estrategias.
Estos indicadores de resultados están relacionados con la rentabilidad,
cuota de mercado, satisfacción del cliente, retención del cliente y las
capacidades de los empleados.
Los inductores de la actuación,
los indicadores de previsión, son aquellos que tienden a ser específicos para
una unidad de negocio en particular.
Los inductores de la actuación
reflejan la singularidad de la estrategia de la unidad de negocio.
El BSC debe poseer una combinación
de indicadores del resultado y de inductores de la actuación.
Los indicadores del resultado sin
los inductores de la actuación, no comunican la forma en que conseguirán los
resultados ni proporcionan una indicación temprana de si la estrategia se está
proponiendo en práctica con éxito.
Un Excelente BSC deberá poseer una
variación adecuada de resultados (indicadores efectos) y de inductores de la
actuación (indicadores causa) que se hayan adaptado a indicadores de la
estrategia de la unidad de negocio.
· La vinculación con las finanzas:
Un excelente BSC ha de poner un fuerte énfasis en los resultados,
especialmente los financieros, como los rendimientos sobre el capital empleado
o el valor añadido económico.
En forma general podemos decir que los caminos causales de todos los
indicadores del BSC deben estar vinculados con los objetivos financieros.
En general podemos decir que el BSC debe contar la historia de las
estrategias de la unidad de negocio, vinculando los indicadores inductores de
la actuación con los de resultado a través de una serie de relaciones
causa-efecto.
Los indicadores de resultado tienden a ser
indicadores efecto, señalan los objetivos últimos de la estrategia y si los
esfuerzos más próximos han conducido a los resultados deseados.
Los indicadores inductores de la actuación son
indicadores causa, que señalan a todos los participantes de la organización lo
que deberían estar haciendo para crear valor en el futuro.
Los indicadores de resultados sin los inductores de
la actuación crean ambigüedad con respecto a la forma en que han de alcanzar
los resultados y pueden conducir a unas acciones poco óptimas a corto plazo.
Los indicadores inductores de la actuación que no
estén vinculados a los resultados animarán programas locales de mejora que no
pueden aportar valor a corto ni a largo plazo.
Estructura y estrategia.
El BSC ha de reflejar la estructura de la
organización para la cual se ha formulado la estrategia, pero también son
útiles para otras unidades de la organización, se pueden desarrollar BSC para
diferentes organizaciones:
· La unidad de negocio frente a la estrategia de la corporación:
Es típico que las estrategias se definan para unidad de la
organización, a la que se denomina unidad estratégica de negocios.
Algunas empresas se centran en un solo sector estrechamente definido a
fin de que la estrategia de la UEN coincida con la estrategia de la
corporación.
Un cuadro de mando corporativo debe reflejar la estrategia a nivel
corporativo.
Debería articular la teoría de la corporación, es decir, la razón
fundamental de tener a varias o muchas UEN funcionando dentro de la estructura
corporativa, en lugar de hacer que cada UEN funcione como una entidad
independiente, con su propia estructura de gobierno y una fuente independiente
de financiación.
Un BSC corporativo deberá articular, hacer operativo y ayudar a ganar
claridad y consenso sobre lo que es la estrategia a nivel corporativo.
Un BSC corporativo exige una estrategia explícita de nivel corporativo
que articula la teoría de la forma en que la corporación añade valor a sus
unidades de negocios estratégicos.
Este valor añadido corporativo puede surgir de varias fuentes,
incluyendo temas comunes que impregnan todas las unidades de negocio, servicios
comparativos compartidos e interacciones y transacciones explícitas entre las
unidades de negocio que crean unas ventajas competitivas únicas en segmentos de
mercado.
· Empresas o sociedades conjuntas
y alianzas
Las empresas o proyectos conjuntos, aunque cada vez se incorporan más
al panorama de negocios, han demostrado ser un desafío operativo para muchas
empresas.
Los observadores se han dado cuenta de que el obstáculo primordial es
la dificultad de definir las metas que ambas partes tienen para el proyecto.
El BSC ha sido utilizado para definir la agenda compartida y las
medidas de la actuación sobre las que funcionará el proyecto conjunto.
· Departamentos Funcionales: Recursos Corporativos Compartidos.
Un recurso corporativo proporcionará una ventaja competitiva cuando
ofrece unas capacidades únicas que las unidades de negocios operativas no
pueden adquirir a un precio y calidad comparables y con fiabilidad a
proveedores independientes, incluyendo el autoaprovisionamiento a través de una
unidad de recursos independientes.
Los grupos de apoyo y de personal corporativo deberían ser una fuente
de ventaja competitiva.
Si no lo son, sus funciones deberían ser asumidas por las empresas que
funcionan de forma individual o bien suministradas por proveedores externos más
competitivos y sensibles.
· Las empresas Gubernamentales y sin ánimo de lucro.
El éxito de las empresas gubernamentales y sin ánimo de lucro debería
medirse por cuán eficiente y eficazmente
satisfacen las necesidades de sus usuarios.
Los objetivos tangibles deben ser definidos por los clientes y los
usuarios.
Las consideraciones financieras pueden tener un papel facilitador o de
restricciones, pero raramente serán el objetivo primordial.
El BSC puede proporcionar
motivación y responsabilidad en estas organizaciones, además de establecer la razón primordial de su
existencia y comunicar a los votantes o partidarios externos y a los empleados
internos los resultados y los inductores de la actuación por medio de los
cuales la organización conseguirá alcanzar la misión y objetivos estratégicos
planteados.
Como alinear la estrategia de
arriba abajo
La
puesta en práctica o implantación de una estrategia empieza por la educación e
involucración de las personas que debe ejecutarla.
Algunas
empresas mantienen su estrategia en secreto y la comparten con el equipo de
alta dirección.
Las
organizaciones que desean que cada uno de sus empleados contribuya a la
implantación de la estrategia, compartirán su estrategia y visión a largo plazo
(incorporada al BSC de la unidad de negocio) con ellos y los animarán de forma
activa a que sugieran medios a través de los cuales pueden alcanzar la visión y
la estrategia.
El
BSC permite una alineación de esta clase, de arriba abajo.
El
desarrollo del BSC debería empezar por el equipo ejecutivo.
La
construcción y el compromiso del equipo ejecutivo son una parte esencial para
obtener beneficios procedentes del BSC.
Para
obtener el máximo beneficio, el equipo ejecutivo debe compartir su visión y
estrategia con toda la organización y con los agentes exteriores clave.
Al
comunicar su estrategia y vincularla a sus metas personales, el BSC crea una
comprensión y un compromiso compartido entre todos los participantes de la
organización.
Cuando
todo el mundo comprenda los objetivos a largo plazo de la unidad de negocios,
así como la estrategia para alcanzar esos objetivos, todos los esfuerzos e
iniciativas de la organización podrán alinearse con los procesos necesarios de
transformación.
La
alineación de una organización con una visión compartida y una dirección común
es un proceso complejo; las grandes organizaciones utilizan varios mecanismos
interrelacionados para traducir la estrategia y el BSC en objetivos e
indicadores locales que influirán en las prioridades del personal y equipo.
Para
ello se utilizan tres mecanismos.
· Programas de Comunicación y formación:
Un requisito previo para la implantación de la estrategia es que todos
los empleados, la alta dirección de la corporación, comprendan la estrategia y las conductas
requeridas para alcanzar los objetivos estratégicos.
Un programa continuado y consistente para formar a la organización con
respecto a los componentes de la estrategia es la base de la alineación de la
organización.
· Programas de establecimiento de objetivos:
Una vez que ya existe un nivel básico de comprensión, los individuos y
equipos de toda la unidad de negocio necesitan traducir los objetivos de más
alto nivel estratégico a objetivos personales y de equipo.
Los programas tradicionales de dirección por objetivos utilizados por
la mayoría indicadores articulados en el BSC de las organizaciones deben
vincularse a los objetivos e indicadores articulados en BSC.
· Vinculación del sistema de incentivos:
La alineación de la organización hacia la estrategia debe ser, en
última instancia, motivada a través de los sistemas de incentivos y
recompensas.
A pesar de que esta vinculación debe ser tratada con cuidado y sólo
después de que se hayan desarrollado los programas de educación y comunicación,
muchas organizaciones ya se están beneficiando al vincular los sistemas de
compensación con incentivos a su BSC.
Metas, Asignación de Recursos, Iniciativas y
Presupuesto.
Los procesos de metas, alineación de la asignación
de recursos y las iniciativas estratégicas y de presupuestos, son críticos si
hay que traducir unos ambiciosos y grandiosos objetivos estratégicos en
acciones y realidades.
Los directivos debería utilizar el BSC para
implantar una estrategia integrada y un proceso presupuestario.
Los procesos organizativos, de equipo y del empleado
individual, alinean los recursos humanos con la estrategia de la unidad de
negocio.
Las empresas deben también alinear sus recursos
financieros y físicos con la estrategia.
Los presupuestos de inversiones a largo plazo, las
iniciativas estratégicas y los gastos discrecionales anuales deben ser
dirigidos para conseguir unas metas ambiciosas para los objetivos y medidas del
BSC del negocio.
Para utilizar el BSC en un proceso integrado de
presupuestos y explotación y de planificación estratégica a largo plazo es
necesario:
· Establecer las metas:
Los directivos deben fijar unas metas ambiciosas para indicadores que
todos los empleados pueden aceptar y hacer suyas.
Las interrelaciones de causa efecto en el BSC ayudan a identificar a
los inductores críticos que permitirán una actuación decisiva en importantes
indicadores del resultado, especialmente en los financieros y del cliente.
· Identificar y racionalizar las iniciativas estratégicas:
La diferencia entre las metas ambiciosas establecidas para los
indicadores del BSC y la realidad actual permite que los directivos establezcan
prioridades para las inversiones y programas de acción.
Los directivos eliminarán o reducirán aquellas iniciativas que no
vayan a tener gran impacto sobre uno o más objetivos del BSC.
· Identificar las iniciativas críticas entre negocios:
Los directivos identifican las iniciativas que aportan sinergias a los
objetivos estratégicos de otras unidades de negocio.
- Vinculación con la asignación anual de recursos y presupuestos:
Los directivos vinculan el plan
estratégico de tres a cinco años con los gastos discrecionales y la actuación
presupuestada para el año próximo.
Así pueden seguir la pista a la
trayectoria de la unidad de negocios a lo largo de su viaje estratégico.
Este proceso de cuatro pasos identifica los
resultados a largo plazo que la organización desea alcanzar.
Los resultados incluyen no sólo los indicadores que
la organización desea mejorar, sino además unas metas explícitas y ambiciosas
para estos indicadores.
Luego el proceso identifica el mecanismo por medio
del que han de alcanzarse estos resultados.
Y el proceso
unificado del presupuesto y planificación termina estableciendo unos objetivos
a corto plazo para los indicadores financieros y no financieros del BSC.
El Feedback y el Proceso de Formación Estratégica.
Muchas
empresas aún mantienen los sistemas jerárquicos de planificación y control
diseñados para la competitividad de la era industrial.
La
estrategia se determina en lo más alto, cuando la alta dirección establece los
objetivos a largo plazo, las políticas y la utilización de los recursos.
Luego
ordena a los directivos de menos nivel y a los empleados que actúen de acuerdo
a estos planes.
Los
ejecutivos y los directivos utilizan un sistema de control de gestión para
monitorizar la adquisición y uso de los recursos de acuerdo con el plan
estratégico.
Los
sistemas de control operativo monitorizan la actuación a corto plazo de
procesos operativos específicos y de empleados de primera línea.
Este enfoque jerárquico de la formulación e
implantación de estrategia funciona bien cuando la alta gerencia tiene una
visión clara del destino de la organización y de las acciones que deben tomarse
para alcanzar ese destino.
Esto es un proceso de feedback de un solo bucle en el
que el objetivo ha sido determinado y no cambiará.
Sin embargo, las estrategias de hoy para las
organizaciones de la era de la información no pueden ser así de lineales o
estables.
Los altos directivos necesitan feedback sobre
estrategias más complicadas y con entornos competitivos más turbulentos.
La estrategia planeada, aunque se haya iniciado con la mejor de las intenciones y
con la mejor información disponible, puede que ya no sea apropiada o válida
para las condiciones actuales.
Las organizaciones necesitan la capacidad de la
formación de doble bucle, la que se da cuando los directivos cuestionan sus
acciones y reflexionan sobre si la teoría bajo la que están funcionando sigue
siendo consistente con la evidencia, observaciones y experiencia actual.
A veces deben imaginar nuevas estrategias para
capitalizar nuevas oportunidades o para contrarrestar nuevas amenazas que no
fueron previstas cuando se articuló el plan estratégico inicial.
Hoy en día, muchas organizaciones están diseñando
varios de sus procesos críticos.
Sus esfuerzos tienden a centrarse en las mejoras de
los procesos operativos, como el desarrollo del producto, el servicio al
cliente y la entrega del producto.
Además están aplicando la formación a nivel
operativo para individuos y equipos.
La mejoría de las operaciones existentes para
alcanzar unos objetivos estratégicos previamente especificados es un buen
ejemplo de la formación de sólo bucle.
Pero las empresas están empezando a utilizar el BSC
para extender sus procesos de revisión de la gestión y operativos a un proceso
de formación estratégica, que amplía la formación operativa de un solo bucle a
la formación estratégica de doble bucle a nivel del equipo de gestión de la
UEN.
Un proceso de aprendizaje estratégico eficaz tiene
tres ingredientes esenciales:
· Una estructura estratégica compartida:
Que comunica la estrategia y permite que cada participante vea la
forma en que sus actividades contribuyan a la consecución de la estrategia
general.
· Un proceso de Feedback:
Que recoge datos de la actuación sobre la estrategia y permite que se
comprueben las hipótesis con respecto a las interrelaciones entre objetivos e
iniciativas estratégicas.
· Un proceso de solución de problemas de equipo:
Que analiza y aprende de los datos de la actuación y luego adapta la
estrategia a condiciones emergentes.
La
capacidad de formación de la organización a nivel ejecutivo (aprendizaje
estratégico) es quizás el aspecto más innovador del BSC.
El
aprendizaje estratégico hace que el viaje valga la pena para aquellos que
aprenden la forma de utilizar el BSC como un sistema de gestión estratégica.
El
proceso se inicia con la clarificación de la visión compartida que toda la
organización está intentando alcanzar.
El
uso de la medición como lenguaje ayuda a traducir unos conceptos complejos y
con frecuencia nebulosos, en unas ideas más precisas que alinean y movilizan a
todos los individuos en acciones dirigidas a conseguir los objetivos de la
organización.
El énfasis sobre la construcción de relaciones de
causa efecto en el BSC introduce una mentalidad enfocada hacia sistemas
dinámicos.
Permite que individuos de varias partes de la
organización comprendan la forma en que encajan las piezas y la forma en que su
papel influye en el de otros.
Facilita la definición de inductores de la actuación
e iniciativas relacionadas que no sólo miden el cambio, sino que además lo
apadrinan.
Por último facilita
la formación de equipo, ya que el BSC debería ser desarrollado por un
equipo de gestión y utilizado por el mismo equipo para monitorizar la actuación,
y que en el BSC se define la teoría de la empresa sobre la que se basa la
estrategia, y la monitorización de la actuación puede adoptar la forma de la
comprobación de las hipótesis y de formación de doble bucle.
El Proceso de
Implantación del Balanced Scorecard.
El objetivo de un proyecto de BSC no es desarrollar
un nuevo conjunto de indicadores.
Los indicadores son la forma como describimos los
resultados y las metas son verdaderamente una poderosa herramienta de
motivación y evaluación.
Pero la estructura de indicadores del BSC debería
ser empleada para desarrollar un nuevo sistema de gestión.
Esta distinción entre un sistema de medición y un
sistema de gestión es crucial.
El sistema de indicadores debería ser sólo un medio
para conseguir un objetivo aún más importante: un sistema de gestión
estratégica que ayude a los ejecutivos a implantar y obtener feedback sobre su
estrategia.
Los procesos y programas de gestión están construidos
alrededor de estructuras.
Los sistemas de gestión se han estado construyendo
alrededor de una estructura financiera, generalmente el modelo ROI creado por
DuPont a principios de siglo.
La estructura financiera funcionó bien mientras que
los indicadores financieros pudieron reflejar la gran mayoría de actividades de
creación de valor o destrucción de valor que se daban durante períodos
trimestrales y anuales.
Esta estructura se volvió menos valiosa a medida que
más y más actividades de la organización involucraban inversiones en
relaciones, tecnologías y capacidades que no podían valorarse en el modelo
financiero de costo histórico.
Las organizaciones adoptan el BSC porque además de
integrar un enfoque sobre los resultados financieros a corto plazo, reconoce el
valor de la inversión en activos intangibles y capacidades competitivas.
El BSC proporciona una nueva herramienta para que la
alta dirección encauce a la organización en estrategias para el éxito a largo
plazo, una tarea importante que hasta ahora ha sido difícil de conseguir.
Al identificar los objetivos más importantes en los
que la organización debe centrar su atención y recursos, el BSC proporciona una
estructura para un sistema de gestión estratégica que organiza temas,
información y toda una variedad de procesos vitales.
Cada componente de este sistema de gestión
estratégica puede ser vinculado a los objetivos estratégicos.
Los objetivos para los clientes, procesos internos, empleados
y sistemas están vinculados a la consecución de resultados financieros a largo
plazo.
Los objetivos de los departamentos, equipo y
personales están alineados con la consecución de la estrategia.
Las revisiones de gestión se convierten en una
oportunidad de hacer feedback y aprendizaje sobre la estrategia.
En general, las empresas adoptan el BSC debido a
toda una variedad de motivos, incluyendo la clarificación y obtención de
consenso sobre estrategia, enfocar las iniciativas de cambio en las
organizaciones, el desarrollo de capacidades de liderazgo en las unidades
estratégicas de negocios o conseguir la coordinación y ahorros en múltiples
unidades de negocios.
El BSC alinea y apoya los procesos claves de la
organización incluyendo los siguientes.
· Clarificar y actualizar la estrategia.
· Comunicar la
estrategia a toda la organización.
· Alinear los objetivos personales y de los
departamentos con la estrategia.
· Identificar y alinear las iniciativas estratégicas.
· Vincular los objetivos estratégicos con las metas a
largo plazo y los presupuestos anuales.
· Alinear las revisiones operativas y estratégicas.
· Obtener feedback para aprender sobre la estrategia y
mejorarla.
La introducción de un nuevo sistema de dirección
centrado en el BSC debe superar la inercia de la organización, que tiende a
envolver y a absorber cualquier programa de cambio.
Se necesitan dos clases de agentes de cambio para la
implantación eficaz del nuevo sistema.
Primero: La organización necesita unos líderes de la
transición, los directivos que facilitan la construcción del cuadro de mando y
que ayudan a implantarlo como un nuevo sistema de gestión.
Segundo: La organización debe designar a un director
para que gestione el sistema de dirección
estratégica de una forma constante y recurrente.
El papel de la gestión de transición:
Se requiere para su implantación:
· Arquitecto:
Es responsable del proceso que construye el BSC inicial y que
introduce el cuadro de mando en el sistema de gestión.
Deberá comprender totalmente y estar motivado internamente por el
nuevo enfoque sobre los objetivos estratégicos a largo plazo y ha de ser capaz
de educar al equipo ejecutivo y guiar la traducción de la estrategia en
objetivos e indicadores específicos de una forma que no sea amenazadora y que
no dispare las reacciones defensivas.
· Agente de cambio:
Debería tener una relación directa con el director general, ya que
sirve para guiar el desarrollo del nuevo sistema de gestión durante el período
de dos a tres años durante el cual se dinamizan los nuevos procesos con el BSC.
El papel del Agente de cambio es crítico porque actúa de suplente del
director general, dando forma al uso diario del nuevo sistema de gestión, ayuda
a los directores a definir de nuevos sus papeles, tal como lo exige el nuevo
sistema.
· El comunicador:
Debe ganarse la compresión, la aceptación y el apoyo de todos los
miembros de la organización, desde los más altos niveles hasta los equipos y
empleados de primera línea.
Las nuevas estrategias articuladas en el BSC acostumbran a exigir
nuevos valores y modos de realizar el trabajo, que se construyen alrededor de
la satisfacción del cliente, calidad y capacidad de respuesta, innovación y
servicio.
El director del proceso de comunicación del BSC debería realizar esta
tarea como si se tratara de una campaña de marketing interno.
El programa de comunicación también debería motivar a los empleados y
a los equipos para que proporciones Feedback sobre si la estrategia propuesta
es factible y deseable.
La construcción de un Balanced Scorecard.
Cada organización es única y puede desear seguir su
propio camino para construir un BSC, pero podemos describir un plan de
desarrollo típico y sistemático que engloba cuatro pasos o fases básicas:
· A. Orientación al diseño.
Etapa
1: Empresa, Negocio, Fórmula de éxito:
Primero se determinan las características de la
empresa, tamaño, mercado en el que opera, quienes son sus principales clientes,
es decir, su naturaleza.
Luego se definen sus elementos estratégicos, misión,
visión objetivos, políticas y estrategias para alcanzar los objetivos.
Se analiza el plan estratégico y se determinan sus
factores claves de éxito.
Y así se podrán establecer los indicadores de
gestión.
Etapa
2: Los gerentes y los conceptos de administración:
Cada nivel de la empresa tiene diferentes retos, en
cada uno de ellos hay personas que toman decisiones acerca de diferentes
problemas.
Se debe determinar cuáles son las decisiones que se
toman en cada nivel y quienes son las personas que toman estas decisiones y sus
tipos de gerencia.
Aquí lo indicadores varían de acuerdo con el nivel e
influyen en su selección los estilos gerenciales.
· B. Arquitectura de Indicadores:
Etapa
3: El Balanced Scorecard para la alta
dirección:
La selección de indicadores para la alta gerencia
depende de las etapas 1 y 2.
Estos indicadores mezclan los financieros y los no
financieros y son de carácter general para toda la organización,
Etapa
4: Objetivos, metas indicadores y responsables por nivel:
Los indicadores se deben encadenar de forma vertical
de acuerdo con los procesos de la organización.
Deben estar claras las responsabilidades de cada
quien para evitar problemas.
Etapa 5: Remuneración variable,
Transformación empresarial:
Uno de los elementos clave en la construcción de los
BSC.
Como se dijo anteriormente, lo constituye el
involucrar a todos los elementos de la organización en la nueva estrategia.
La forma más usual de hacerlo es atar las
compensaciones a los resultados.
Etapa
6: Fórmula de Cálculo:
Ya definidos los indicadores, se hace necesario
precisar su fórmula de cálculo, como se van a medir las ventas, el valor
agregado, el valor de la empresa, etc.
Etapa
7: Benchmarking, comparaciones, representación gráfica:
Los Indicadores se deben comparar con las metas
establecidas en un comienzo en el plan estratégico.
También es aconsejable la comparación con otras empresas, con los líderes del mercado o
con nuestra competencia, si es posible.
La información se debe plasmar en tablas y gráficos
que permitan un rápido y completo análisis.
· C. Informática:
Etapa
8: Sistemas de Información Gerencial.
Los proveedores y software disponibles son muchos.
Normalmente los datos se toman de los sistemas
transaccionales, Internet y otras fuentes.
Esos datos se ordenan en una base de datos (Data
Warehouse), de la que se extraen con algún criterio (modelización según lo
indicado en etapas previas).
La presentación al gerente de la información
requiere el uso de ciertas herramientas por ejemplo OLAP.
· D. Utilización.
Etapa
9: Comunicación y capacitación
La elaboración del BSC implica un esfuerzo de
comunicación explícita e implícita adicional al normal.
Todas las etapas (su diseño, construcción, uso) es
un proceso educativo muy valioso para todos los niveles, por lo que se hace
necesario que la persona encargada del
proceso de comunicación transfiera dichos datos a todos los niveles de la
organización para que exista feedback.
Etapa
10; Integración con toda la empresa y sus procesos:
El BSC deberá integrarse al proceso de planificación
y presupuestación de la empresa; es decir, cada meta deberá contar con un plan,
programa y presupuesto que permita cumplirla y deberá usarse en la conducción
del personal y su evaluación.
Texto
extraído del Club de Tablero de Comando, 26 de diciembre de 2003