Consejos
para recordar
El cuerpo humano está mal preparado para permanecer sentado durante
largos períodos. Los viajes de larga distancia en clase económica pueden dejar
un regusto amargo a menos que se tomen ciertos cuidados antes, durante y
después del viaje.
Sus vacaciones están por comenzar.
Puede que usted haya planeado un viaje a algún lugar
lejano como el Caribe, las Islas Maldivas o incluso Sydney.
De ser así, usted tendrá un viaje de larga distancia
de 8 y a veces hasta 18 horas, y como generalmente sucede, irá en clase
económica.
La máxima amplitud que conseguirá en su asiento es de
80 centímetros y el entretenimiento usual a bordo lo mantiene atornillado al
mismo: instrucciones de seguridad, auriculares, menús, despegue, tragos,
comidas, café, ventas a bordo y películas.
Luego, cuando usted se levanta por primera vez,
invariablemente se pregunta: ¿se achicaron los zapatos o me crecieron los pies?
Después de dejar el avión muchas horas más tarde,
muchos pasajeros se dan cuenta de que los zapatos no calzan más en los pies,
que las piernas están hinchadas y se sienten pesadas.
Para la mayoría, sin embargo, el inconveniente
desaparecerá pronto; todo volverá a la normalidad a la mañana siguiente.
Algunos de ellos sentirán dolor en la pantorrilla,
la hinchazón sigue y durante los días siguientes el problema aumenta en
lugar de disminuir.
El médico probablemente diagnosticará un profunda trombosis de
las venas de las piernas, la que en estos casos se llamará “trombosis de
viaje aéreo” o “síndrome de la clase económica”.
La alegría de las vacaciones termina antes de haber
realmente comenzado, porque este diagnóstico lo llevará al hospital en vez de a
la playa.
¿Qué estuvo mal?
El reflujo de la sangre venosa de
las piernas al corazón se produce contra la fuerza de la
gravedad.
Los latidos y la diferencia de presión de
la sangre en el pecho y el estómago durante la respiración dirigen el
flujo sanguíneo hacia el corazón
En las piernas, la bomba en el músculo de la
pantorrilla es el motor que lleva la sangre venosa hacia el corazón.
Cuando caminamos, nuestros músculos de la
pantorrilla bombean hacia arriba el torrente sanguíneo hasta
nuestro vientre.
En las personas con venas sanas, las válvulas venosas
impedirán que este torrente sanguíneo fluya de nuevo hacia abajo.
Si permanecemos sentados, el reflujo de nuestra sangre
venosa desde las piernas decrece ya que la bomba de nuestro músculo de la
pantorrilla falla en entrar en acción.
La presión sanguínea se incrementa y el flujo tenderá
a pasar a través de finos poros en las paredes venosas y en el tejido
circundante.
El tobillo y la parte inferior de la pierna se
hincharán.
Hasta ahora, nada patológico.
En una menor medida, el mismo proceso da a
las personas sanas dolores musculares y debilidad de la
pantorrilla en un día normal.
Los períodos prolongados de estar sentados, sin embargo, harán posible
que un flujo sanguíneo lento en las venas de la parte
inferior de las piernas forme un coágulo sanguíneo (trombosis).
En el caso de que los mecanismos del cuerpo no puedan
resolver este coágulo de sangre, los depósitos de glóbulos podrían
ampliar aún más la trombosis y dar lugar a una trombosis venosa
profunda en la pierna.
Las piernas cruzadas y la ruptura de las
venas de la rodilla debido a la presión del asiento pueden contribuir
a este proceso.
La falta de beber suficientemente puede condensar un
poco la sangre y además empeorar el comportamiento de su flujo.
Para un tiempo prolongado, el aire seco
dentro de las cabinas de los aviones fue señalado como el culpable de empeorar las
características del flujo sanguíneo.
Pero la investigación ha puesto de manifiesto que
la situación se puede evitar bebiendo en forma suficiente.
Si usted está planeando un viaje de larga distancia,
tenga a mano los siguientes consejos:
- Evite llevar equipaje de mano que pueda inútilmente
obstaculizar el libre movimiento de sus piernas
- Póngase ropa cómoda para el vuelo; evite jeans
ajustados, etc.
- Tenga en cuenta lo siguiente para el vuelo:
- Evitar la excesiva hinchazón de las piernas a través
de movimientos regulares. Incluso mover los dedos del pie y tensar los músculos
de la pantorrilla para liberar la presión activará las bombas del
músculo de la pantorrilla y aumentará el flujo sanguíneo hacia arriba incluso
si usted permanece sentado.
- Cada hora o dos horas haga una caminata de 10 minutos
dentro de la cabina.
- En posición vertical, párese de puntillas en forma repetida.
- En lo posible, NO cruce las piernas
- Beba lo suficiente para saciar la sed, pero evite el
café, el té y el alcohol. Estas bebidas drenarán su cuerpo – combinado con el aire seco de la
cabina, harán su sangre un poco más densa.
- En lo posible, evite fumar (este consejo ya está
superado, dado que en los vuelos actuales no se permite fumar).
- Los pasajeros con venas varicosas, tendencia a
desarrollar piernas hinchadas o situaciones de trombosis, deberían usar medias
elásticas ajustadas
Con todo, el síndrome de la clase económica no ocurre
con frecuencia, y en la mayoría de los casos conocidos había un número
convergente de factores de riesgo.
Las personas enfermas deben buscar el consejo médico
antes embarcarse en un vuelo de larga distancia.
En algunos casos, incluso gente sana sufrió trombosis
de vuelo.
Las píldoras para dormir - y el alcohol – que indujeron
al descanso durante horas en una posición no confortable, han probado ser
factores desencadenantes.
Un vuelo de larga distancia no debería entrañar
riesgos si se siguen las sugerencias anteriores.
Todo lo que queda es desearles un buen viaje.
Extraído de LBA, la revista mensual de las autoridades de aeronavegación
alemana. Traducción libre.