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Regionalización no significa conquista |
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16 de Marzo, 2010
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Motl, Pablo Martín |
En la nueva era de los conquistadores profesionales de América que desembarcan en los países con sus business plan, objetivos financieros y planes de marketing, los ciudadanos son consumidores; las ciudades, mercados potenciales, y las compañías, clientes o aliados. La duda es la de siempre: ¿qué valor tiene el componente humano? Las fronteras territoriales se diluyen en manos de la tecnología. Nacen las comunidades virtuales como "polis" conceptuales en las que se debaten temas públicos a la usanza de la antigua Grecia. La gran diferencia radica en que allí sólo unos pocos tenían voz en los debates, mientras que en Internet todos participan libremente, sin restricciones e incluso sin personalidad, ya que pueden ocultar su identidad tras un "nick name", una máscara con la que pueden representar el papel que más les plazca. Otra vez viene a mí Grecia y los orígenes del teatro, aquellos unipersonales interpretados con máscaras que identificaban a los grandes personajes. Estas nuevas formas de intercambio revolucionan las concepciones tradicionales de nacionalidad y ciudadanía. Históricamente éstas se definieron en función de un territorio físico que nos dotaba de características particulares. Éramos argentinos (permítanme usar el tiempo pasado), paulistas o mexicanos, y esto bastaba para conocernos. ¿Qué tiene que ver todo esto con la tecnología y la regionalización? De esto se trata, de explorar otros senderos que, sin bifurcarse como los borgeanos, nos lleven al campo de los ne-gocios y la tecnología. Si tradicionalmente nacionalidad y ciudadanía se ligaron al territorio, ¿qué ocurrirá cuando las comunidades virtuales dominen y conversemos con individuos físicamente distantes pero culturalmente cercanos al compartir gustos y prácticas? ¿Qué ocurre entonces con el concepto de identidad y nacionalidad si pierden el anclaje físico que los define? Llegó el momento de pensar en ciudadanías culturales más que territoriales, en donde el sentido de pertenencia se define a partir de concepciones intangibles. en este contexto, ¿qué harán las compañías para lograr una expansión regional exitosa? ¿Seguirán analizando sólo las oportunidades de ne-gocio y los segmentos de mercado definidos por los especialistas del marketing? Se impone quizás una estrategia de ne-gocios con un fuerte componente social, plasmado en la filosofía de contratar profesionales que, además del alto nivel de preparación, sean oriundos del país en el que esté radicada la empresa. De esta forma se preserva el carácter local de la regionalización respetando los aspectos culturales de cada lugar. Las ideas trascienden las épocas, pero aquellas a su vez son trascendidas por los valores. El componente humano como valor absoluto deberá entonces ser el pilar sobre el cual se construya este mundo intangible, este nuevo impulso renacentista digno de Leonardo.
A la época de publicación de este artículo, Pablo Motl era editor de la revista del Assa Group en Argentina. |
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publicado por
hacheaefe a las 10:59 · Sin comentarios
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Sobre mí |
Héctor Alberto Faga
Escritor, poeta, novelista
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