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La empresa que queremos |
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13 de Enero, 2012
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Varios |
A pesar de la evidente contribución que han realizado al progreso del país y al bienestar de sus habitantes, los empresarios no tienen buena imagen en este momento argentino y la empresa necesita justificarse poniendo de relieve su función productora de bienes y servicios y creadora de fuentes de trabajo que los argentinos necesitan para realizarse con dignidad en bien del hombre y de la comunidad. La experiencia vivida debe aprovecharse para comprender que no puede haber nación próspera con empresas empobrecidas. Es preciso reivindicar el papel de la ganancia, estímulo y fuente de la inversión, sin la cual no hay crecimiento de la economía, que es de donde obtiene sus recursos el Estado y constituye el origen de los bienes que se quiere distribuir. La circunstancia exige destacar la función básicamente económica de la empresa, que requiere eficiencia y productividad al servicio del bien común, de las personas que la componen y de las que integran la sociedad. Hay que subrayar que la empresa es una comunidad humana con vocación eminentemente social. La empresa que queremos no confunde la necesaria rentabilidad con la búsqueda irrestricta de la máxima utilidad. Lejos de considerar su razón de ser el enriquecer a unos pocos, el empresario de quien nos sentimos solidarios: - Promueve con sincero espíritu de servicio una sociedad más justa en la distribución de la riqueza y el poder y más humana en la convivencia
- Da prioridad al hombre como valor supremo entre todos los que debe combinar con eficacia en la actividad empresaria
- Se siente comprometido en la búsqueda de caminos que ofrezcan la posibilidad de real participación de los trabajadores en un proceso productivo eficiente
- Sabe que es tarea de siempre reformar las estructuras empresariales y tiene conciencia de la necesidad y la modestia de su aporte en ese sentido, que quiere brindar sin utopismos ingenuos y con realismo animado de esperanza.
Puntos 9 y 10 de la declaración pública de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE) del 5 de setiembre de 1975. |
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publicado por
hacheaefe a las 09:43 · Sin comentarios
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Sobre mí |
Héctor Alberto Faga
Escritor, poeta, novelista
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