La técnica de presentación es una de las primeras que debe
adquirir un gerente junior.
Este artículo examina los fundamentos de las técnicas de
presentación ya que las mismas pueden ser de utilidad para un nuevo gerente.
Introducción
La
gestión es el arte de lograr que las cosas se hagan.
Una
presentación es un método rápido y potencialmente eficaz de lograr que otras
personas hagan ciertas cosas.
Al
gestionar cualquier proyecto, las presentaciones se utilizan como un método
formal de lograr que las personas se reúnan para planificar, monitorear y
evaluar su progreso.
Pero
mirémoslo de otra manera: ¿qué puede hacer una presentación por usted?
En
primer lugar, lo deja expuesto.
Su
personal necesita tener pruebas de planificación y liderazgo decisivos para que
confíen en su posición como gerente.
Necesitan
sentirse motivados e inspirados para realizar las tareas que usted les está
presentando.
Los
líderes de proyecto de otras secciones necesitan ser persuadidos de los méritos
de su proyecto y así suministrar el apoyo necesario.
La
gerencia senior debe sentirse impresionada por su destreza y habilidad y así
suministrar los recursos para que usted y su equipo puedan hacer el trabajo.
En
segundo lugar, le permite formular preguntas e iniciar un intercambio de ideas.
Tal
vez no sea apropiado dentro de los formatos de presentación de su compañía el
mantener una discusión durante la presentación en sí misma, pero sí permite
plantear ciertas cuestiones, presentar problemas y por lo menos establecer
quién dentro de la audiencia puede aportar una contribución valiosa a su toma
de decisiones.
Por
último, las presentaciones pueden ser divertidas.
Son
su oportunidad de expresar sus opiniones, apuntalar su posición y decirle a la
gente de qué se trata verdaderamente el mundo.
Mientras
usted está en el escenario, la audiencia se verá obligada por buena educación a
quedarse quieta y observar la función.
Los
objetivos de la comunicación
La observación más importante es que el objetivo de la comunicación no es la
transmisión sino la recepción.
Por
lo tanto toda la preparación, presentación y contenido de un discurso deben
dirigirse no al orador sino a la audiencia.
La
presentación del plan de un proyecto perfecto se convierte en un fracaso si la
audiencia no entiende o no se ve persuadida de sus méritos.
La
visita de un cliente es una pérdida de tiempo si se retira sin darse cuenta del
valor total de su producto.
El
objetivo de la comunicación es hacer que su mensaje sea entendido y recordado.
El
principal problema de este objetivo es, por supuesto, las personas a quienes se
está dirigiendo.
El
ser humano promedio posee un lapso de atención muy corto y un millón de otras
cosas en las que pensar.
Su
trabajo durante la presentación consiste en atravesar esta niebla mental y
mantener su atención lo suficiente como para expresar su problema.
El
plan
Es
difícil sobrestimar la importancia de una preparación cuidadosa.
Cinco
minutos en planta frente a la gerencia senior pueden decidir la aceptación de
una propuesta de varios meses de duración para el gerente y todo el equipo.
Con
tantas cosas potencialmente en juego, el presentador debe concentrarse no sólo
en los hechos que están siendo presentados sino en el estilo, el ritmo, el tono
y en última instancia las tácticas que deben utilizarse.
Como
regla de oro para una presentación promedio debe destinarse no menos de una
hora a su preparación para luego hablar durante cinco minutos.
Suponga
que usted debe dar una charla. ¿Por dónde empezaría?
Formule
sus objetivos
El
punto de partida al planificar cualquier discurso es formular un objetivo
preciso.
Esto
debe tomar la forma de una carta de intención simple y concisa.
Por
ejemplo, el objetivo de su discurso puede ser obtener fondos, evaluar una
propuesta o motivar a su equipo.
Una
misma presentación nunca puede servir de igual manera a dos objetivos
distintos, y si usted no está seguro desde el comienzo qué está tratando de
hacer, es poco probable que su plan lo consiga.
La
pregunta es: ¿cuántos objetivos diferentes puede lograr, en, digamos, 30 minutos?
Y
la respuesta: no muchos.
Al
fin y al cabo, es mucho más productivo lograr una meta que andar dando tumbos
sobre varias.
El
mejor enfoque es aislar el objetivo principal y mencionar como máximo otros dos
que puedan tratarse siempre y cuando no desvíen la atención del objetivo
principal.
Enfocar
es la clave.
Si
usted no enfoca su objetivo, es poco probable que la audiencia sí lo haga.
Identifique
a la audiencia
El
siguiente paso es pensar en la audiencia para determinar cómo lograr sus
objetivos de la mejor manera dentro del contexto de estas personas.
Principalmente
esto se logra identificando las metas y objetivos de la audiencia durante su
presentación.
Si
de alguna manera puede convencerlos de que están logrando esos objetivos
mientras al mismo tiempo usted logra el suyo propio, encontrará una audiencia
servicial y receptiva.
Por
ejemplo, si está buscando la aprobación de la gerencia senior para un nuevo
plan de producto, es muy útil conocer y entender sus objetivos principales.
Si
actualmente están preocupados de que su rango de productos está desactualizado
y pasado de moda, enfatice los aspectos innovativos de su nuevo producto; si
sienten temor acerca de la diversificación de productos, entonces debe
enfatizar de qué manera su producto encaja dentro del catálogo existente.
La
ventaja de ajustarse a los objetivos de la audiencia sin embargo va más allá de
la simple venta de una idea; es la manera más simple y efectiva de obtener su
atención en un principio.
Si
sus comentarios iniciales implican que entiende su problema y que tiene una
solución, entonces se sentirán halagados por su atención y prestarán atención a
cada una de sus palabras.
Estructura
Todos
los discursos deben poseer una estructura o formato definido; un discurso sin
una estructura se vuelve totalmente complicado.
Si
no ordena sus pensamientos de forma estructurada, la audiencia no podrá
seguirlos.
Habiendo
establecido el objetivo de su presentación, debe elegir la estructura más
apropiada para lograrlo.
Sin
embargo, la estructura no debe interponerse en el camino del mensaje principal.
Si
es demasiado complejo, demasiado retorcido o simplemente demasiado obvio, la
audiencia se distraerá.
Si
ve que una sección no es necesaria para lograr sus objetivos principales,
elimínela.
Argumento
secuencial
Una
de las estructuras más simples es la del argumento secuencial, que consiste en
una serie de enunciados relacionados que finalmente llevan a una conclusión.
Sin
embargo, esta simpleza sólo se puede lograr mediante una delineación cuidadosa
y deliberada entre cada sección.
Una
técnica es recordarle frecuentemente a la audiencia cuál fue el punto que se
vio y luego una explicación clara de cómo se pasará al siguiente punto desde
allí.
Descomposición
jerárquica
En
la descomposición jerárquica, el punto principal se descompone en subtemas y
cada subtema a su vez se descompone en temas más pequeños, hasta que finalmente
todo se descompone en unidades básicas muy pequeñas.
En
la comunicación escrita esta es una técnica muy poderosa porque le permite al
lector reordenar la presentación a su gusto, y regresar a los puntos omitidos
más tarde.
En
la comunicación verbal, la audiencia se ve forzada a seguir el orden impuesto
por el presentador y la jerarquía debe mantenerse simplemente reforzada.
Al
igual que el argumento secuencial, es útil para resumir cada sección cuando la
misma concluye y para presentar cada nueva sección importante con una
explicación de cómo se inserta dentro del orden jerárquico.
Orientación
hacia las preguntas
El
objetivo de muchas presentaciones dadas por los gerentes es explicar una
decisión previa o buscar la aprobación de un plan de acción.
En
estos casos, el formato puede estar orientado hacia las preguntas.
El
formato consiste en presentar el problema y cualquier antecedente de
relevancia, y luego delinear las distintas soluciones para ese problema, a su
vez mencionando las ventajas y desventajas de cada solución.
Finalmente,
todas las posibles opciones se resumen en términos de sus pro y sus contra, y
se presenta la solución preferida para que la audiencia la apoye, o se inicia
una discusión que lleva a tomar una decisión.
Un
truco para obtener el resultado deseado es establecer durante la presentación
los criterios mediante los cuales se pueden juzgar las distintas opciones; esto
solo debe ser suficiente para obtener el resultado deseado.
Pirámide
En
un periódico, la historia es introducida en su totalidad en un primer párrafo
atractivo.
Los
párrafos siguientes repiten la misma información simplemente brindando mayores
detalles de cada punto.
La
siguiente sección repite toda la historia nuevamente, pero desarrollando
ciertos temas dentro de cada uno de los subpuntos, y a su vez agregando más
información.
Esto
se repite hasta que el reportero se queda sin historia.
Entonces
el editor simplemente decide acerca del interés periodístico del reporte y
corta desde abajo para tener el número apropiado de pulgadas por columna.
Existen
dos ventajas principales para este estilo de presentaciones.
En
primer lugar, puede aumentar la receptividad de la audiencia a las ideas
principales, ya que en cada etapa de la pirámide se han familiarizado con las
ideas y de hecho saben qué esperar luego.
Esta
sensación de deja vu puede dar una impresión falsa de que están escuchando sus
propias ideas.
La
segunda ventaja es que la duración de la charla puede alterarse fácilmente
cortando la charla en exactamente la misma forma en que el editor del periódico
podría haber hecho con la historia periodística.
Este
grado de flexibilidad puede ser útil si la misma presentación se va a usar
varias veces en distintas situaciones.
Emparedado
de carne
El
formato más simple y directo sigue siendo el del emparedado de carne.
El
mismo consiste en el simple formato principio-medio-fin en el cual la carne
principal de la exposición está en el medio y es precedida por una introducción
y seguida por un resumen y una conclusión.
Este
es realmente el formato apropiado para todas las subsecciones pequeñas en todas
las estructuras previas.
Si
la charla es lo suficientemente corta o el tema es lo suficientemente simple,
puede de hecho formar la totalidad de la presentación.
El
principio
Es
imperativo que planee cuidadosamente cómo empezar y existen cinco elementos
para ello:
·
Logre su atención
Con frecuencia en un
discurso, los primeros minutos de la presentación se pierden mientras las
personas se quitan los abrigos, entran con su café o redondean la conversación
que estaban teniendo con la persona sentada a su lado.
Sólo tiene un tiempo
limitado y cada minuto es precioso para usted, por lo que desde el principio,
asegúrese de que presten atención.
·
Establezca un tema
Básicamente, usted necesita
que la audiencia empiece a pensar acerca del tema de su presentación.
Esto se puede lograr
enunciando su objetivo principal, a menos que por alguna razón desee mantenerlo
oculto.
Cada uno de ellos tendrá
alguna experiencia u opiniones sobre el tema y al principio usted debe lograr
que traigan esa experiencia a su mente.
·
Presente una estructura
Si explica brevemente al
principio de la charla cómo va a proceder la misma, entonces la audiencia sabrá
qué esperar.
Esto puede ayudar a
establecer el tema y además suministrará algo concreto para mantener su
atención.
Eventualmente, brinda un
sentido de seguridad en la promesa de que este discurso también va a terminar.
·
Establezca un buen rapport
Si puede ganarse a la
audiencia durante el primer minuto, la mantendrá durante los que siguen.
Debe planear exactamente
cómo desea aparecer ante ellos y usar el principio para establecer la relación.
Se puede presentar como su
amigo, como un experto, tal vez incluso como un juez, pero cualquiera sea el
papel que elija debe establecerlo al comienzo.
·
Administración
Cuando planee su discurso
debe tener en cuenta si existe algún detalle administrativo que necesite ser
anunciado al comienzo del discurso.
Esto no es nada más para
hacerse popular entre las personas que organizan la sesión, sino además porque
si se pasan por alto estos detalles la audiencia puede distraerse mientras se preguntan
qué vendrá luego.
El
final
La
impresión final que deja en la audiencia es la que recordarán.
Por
lo tanto, vale la pena planificar con sumo cuidado sus últimas oraciones.
Al
igual que con el principio, es necesario en primer lugar conseguir su atención,
la cual se habrá dispersado.
Esto
requiere un cambio de ritmo, una nueva ayuda visual o tal vez la introducción
de una idea final culminante.
En
algunos formatos, el final será un resumen de los puntos principales de la
charla.
Uno
de los errores más grandes es decirle a la audiencia que esto será un resumen
porque en ese momento directamente se desconectan.
De
hecho, es mejor que el final llegue de forma inesperada con esa frase vital
final que queda resonando en el aire y en sus memorias.
A
su vez, el final puede ser florido, con el ritmo y la voz que lleven a la
audiencia en un crescendo final hacia la inevitable conclusión.
Ayudas
visuales
La mayoría de las personas esperan un refuerzo visual para cualquier mensaje
que se transmita.
Ya
que sería injusto culpar a la televisión enteramente por esto, es útil entender
a qué está acostumbrada la audiencia, por dos razones: en primer lugar, usted
puede satisfacer sus expectativas utilizando el retroproyector, diapositivas, o
incluso una presentación en video; en segundo lugar, si se aleja del marco de
una imagen cuadrada delante de sus ojos, o utiliza un formato diferente,
entonces la novedad será más interesante.
Por
ejemplo, si está describiendo las cuatro funciones de un gerente de proyecto,
entonces exhiba los cuatro “sombreros” que él o ella deben usar; si está
presentando las técnicas de la lluvia de ideas (brainstorming), entonces exhiba
una caña de pescar para “pescar” ideas.
Sin
embargo, con las ayudas visuales tradicionales existen pocas reglas que deban
seguirse para asegurar su uso eficaz.
La
mayoría son sentido común, y la mayoría por lo común se ignoran.
Al
igual que con todos los elementos del discurso, cada diapositiva diferente debe
tener un propósito específico, y si no lo tiene debe eliminarse.
Cada
diapositiva debe diseñarse con ese propósito firmemente en mente.
Algunas
diapositivas existen para reforzar el mensaje verbal y por lo tanto ayudar a
recordar; otras se utilizan para explicar información que puede exhibirse más
fácilmente que discutirse; y algunas diapositivas están diseñadas simplemente
para entretenimiento y de esta manera ponerle ritmo a la presentación.
Si
su diapositiva es un desorden, la audiencia notará eso, y no lo que está
escrito en ella.
No
recargue la diapositiva, o confundirá más que ayudar.
No
fotocopie información simplemente si hay más datos en la página de los que
desea presentar; en ese caso, los datos deben extraerse antes de exhibirse.
Asegúrese
de que su escritura se pueda leer desde la parte trasera del salón.
Hable
con la audiencia, no con la ayuda visual.
La
presentación oral
“El cuerpo
humano es verdaderamente fascinante; hay algunos que podría observar todo el
día” (Anónimo).
Diga
lo que diga y muestre lo que muestre, es usted, usted mismo, quien permanecerá
como el foco de la atención de la audiencia.
Si
usted se mueve apresuradamente en el escenario y luego se va, nadie recordará
lo que dijo.
El
presentador tiene el poder de matar el mensaje y mejorarlo cientos de veces más
allá de su valor.
Su
trabajo como gerente es usar el potencial de la presentación para asegurar que
la audiencia esté motivada e inspirada más que desconcertada o distraída.
Hay
cinco facetas claves del cuerpo humano que merecen atención en las técnicas de
presentación: los ojos, la voz, la expresión, la apariencia y la postura.
·
Los ojos
Se dice que los ojos son la
llave del alma y por lo tanto son la primera y más efectiva arma para convencer
a la audiencia de su honestidad, apertura y confianza en los objetivos de la
presentación.
Esta impresión puede por
supuesto ser totalmente falsa, pero aquí está cómo lograrlo.
Incluso durante una
conversación informal, los sentimientos de amistad e intimidad se pueden
evaluar por la intensidad y duración del contacto visual.
Durante la presentación
debe utilizar esto para mejorar su rapport con la audiencia, estableciendo
contacto visual con todos y cada uno de los miembros de la audiencia tan
seguido como sea posible.
Para grupos pequeños esto
es fácilmente posible, pero también se puede lograr en auditorios grandes ya
que cuanto más lejos se encuentra la audiencia del presentador, más difícil es
darse cuenta de hacia dónde se dirige su mirada.
De esta manera, simplemente
mirando fijo a un grupo de personas en la parte trasera de la sala de
conferencias, es posible convencer a cada uno de ellos en forma individual de
que son el objeto de su atención.
Durante la presentación
trate de mantener su mirada fija en direcciones específicas durante cinco o
seis segundos por vez.
Inmediatamente después de
cada cambio de posición, una pequeña sonrisa convencerá a cada persona en esa
dirección de que los ha visto y reconocido.
·
La voz
Después de los ojos viene
la voz, y los dos aspectos más importantes de la voz para el orador son la
proyección y la variación.
Es importante darse cuenta
desde el comienzo que pocas personas pueden tomar su voz de conversación
ordinaria y subirla al escenario.
Si usted es capaz de
hacerlo, entonces debería mudarse a Hollywood.
La principal diferencia se
encuentra en el grado de respuesta que puede esperar de la persona con quien se
está hablando.
En la conversación
ordinaria se puede ver en la expresión, tal vez en un sutil movimiento del ojo,
cuándo una palabra o frase se ha perdido o no ha sido entendida.
Frente a una audiencia,
usted tiene que asegurarse de que esto nunca suceda.
El consejo más simple es
reducir la velocidad y tomarse su tiempo.
Recuerde que la audiencia
se ve contenida por las buenas maneras para no interrumpirlo, por lo que no es
necesario mantener un fluir constante del sonido.
Un estilo seguro es hablar
ligeramente más fuerte y ligeramente más lento que en una charla al lado del
fuego con una tía ligeramente sorda.
A medida que se acostumbra
al sonido, puede ajustarlo mirando a la audiencia.
Un
discurso monótono es aburrido y soporífero, por lo que es importante tratar de
variar el tono y velocidad de la presentación.
Como
mínimo, cada subsección nueva debe ser precedida de una pausa y un cambio de
tono para enfatizar la delineación.
Si la variación
tonal no le sale naturalmente, trate de utilizar preguntas retóricas en su
discurso.
Puede
seguir el estilo inglés, ya que la mayoría de los acentos británicos se elevan
naturalmente al final de una pregunta.
·
Expresión
La audiencia mira su cara.
Si parece apático o
distraído, entonces ellos también estarán apáticos y distraídos; si está
sonriendo, se preguntarán por qué y lo escucharán para averiguarlo.
En una conversación normal,
el significado se ve realzado por los gestos faciales.
De esta manera, en un
discurso debe compensar tanto el miedo escénico como la distancia entre usted
mismo y la audiencia.
El mensaje es bastante
simple: asegúrese que sus expresiones faciales sean naturales, sólo eso.
·
Apariencia
Existen muchas guías de
estilos de gestión y presentación que le dan mucha importancia a la forma de
vestir y al análisis final.
Esto es cuestión de
elección personal.
Esa elección, sin embargo,
debe hacerse con cuidado.
Cuando esté dando una
presentación debe vestirse para la audiencia, no para usted mismo; si piensan
que se ve fuera de lugar, entonces lo está.
Entre paréntesis, es mi
opinión personal que, por ejemplo, existe un código de conducta entre
ingenieros que prioriza el look desprolijo, y en muchas organizaciones esto
tiende a apartar al ingeniero, especialmente de la gerencia.
Transmite el mensaje subliminal
de que el ingeniero y el gerente no son parte del mismo grupo y por lo tanto
dificulta la comunicación.
·
Postura
Cuando un actor aprende por
primera vez un personaje nuevo, instintivamente adoptará una postura distinta
para representar a ese personaje.
De esto se deduce que
mientras está en el escenario, su postura reflejará mucho de usted.
Lo mínimo que debe hacer es
asegurarse de que su postura no transmita aburrimiento; como mucho, puede
utilizar todo su cuerpo como herramienta dinámica para reforzar su rapport con
la audiencia.
El problema eterno es qué
hacer con las manos.
Las mismas no deben
agitarse sin rumbo por el aire, juguetear constantemente con una lapicera, o
(lo peor de todo visualmente), juguetear con monedas en los bolsillos de los
pantalones.
La clave es mantener las
manos quietas, excepto cuando las utilice al unísono con su discurso.
Para un entrenamiento
inicial, encuentre un lugar de descanso que sea cómodo para usted y busque
regresar allí sus manos cuando complete cualquier gesto.
Las
técnicas del discurso
Cada
orador posee un conjunto de “trucos del oficio” que adoran.
Los
siguientes son una corta selección de tales trucos tomados de distintas fuentes.
·
Cause una buena una
impresión
La audiencia promedio está
muy ocupada: tienen esposos y esposas, agendas y demás, autos e hipotecas, y
aunque tratarán de concentrarse en su discurso, sus mentes inevitablemente se
perderán.
Su trabajo es hacer algo,
cualquier cosa, que capture su atención y cause una impresión duradera en la
audiencia.
Una vez que haya
planificado su discurso y lo haya afilado con algunos puntos salientes, aísle
el más importante y cree un método para que se mantenga presente.
·
Repita, repita
La
audiencia promedio está muy ocupada: tienen
esposos y esposas, etc. pero la
repetición los hace escuchar.
La
audiencia promedio se distrae fácilmente, y su atención se perderá durante la
parte más importante de su discurso, por lo tanto repítalo.
No
necesariamente tiene que utilizar los sonidos tonales resonantes de la frase
repetida, pero simplemente mencione la cuestión una y otra vez con distintas
explicaciones y de distintas maneras.
El clásico
consejo del Sargento Mayor es: “¡Primero
dígales lo que les va a decir, luego dígaselo, y luego dígales lo que les
dijo!”
·
Haga una señal
Distintas investigaciones
en el campo de la enseñanza han dado como resultado lo siguiente: “Encontramos
que los estudiantes no pudieron entender el tema en cuestión porque no lo
estaban buscando”.
Si la audiencia sabe cuándo
escuchar, entonces lo hará.
Entonces dígales: lo
importante es...
·
Haga un dibujo
El cerebro humano se
utiliza para decodificar imágenes y esta habilidad se puede utilizar para hacer
que el mensaje sea más memorable.
Esto significa utilizar
metáforas o analogías para expresar su mensaje.
De esta manera, una frase
como “necesitamos aumentar la penetración en el mercado antes de que haya
suficientes ganancias como para obtener un bono” se convierte en “necesitamos
una porción más grande de la torta antes de darnos un festín”.
·
Chistes
El chiste fácil puede
funcionar muy bien, pero también puede llevar al desastre.
Debe elegir un chiste que
sea apto y que no ofenda a ningún miembro de la audiencia.
Este consejo tiende a
descartar todo chiste que sea racista, sexista o descortés.
Si esto parece descartar
todos los chistes en los que puede pensar, entonces debe evitar cualquier tipo
de chiste en su discurso.
Los comentarios
interesantes también son útiles para mantener la atención de la audiencia y
para liberar la tensión del discurso.
Si esto le sale
naturalmente, entonces es un arma útil para ponerle ritmo a su discurso y para
permitir períodos de relajación entre los puntos importantes que señale.
·
Discurso sencillo
¡Sí!: Si breve, dos veces bueno.
Una forma de pulir la
presentación del tema principal de su discurso es considerarlo de esta manera.
Imagine que el día anterior
a la presentación lo llaman de la oficina del Vicepresidente de División.
Allí le presentan al
Director Gerente y a un representante del principal accionista de la compañía.
—O.K. —dice el Vicepresidente—, sabemos que
tiene algo para decir. Tiene 30 segundos. Adelante.
¿Puede hacerlo?
Si puede cristalizar sus
pensamientos y combinar su mensaje principal con alguna frase o imagen
memorable y presentarlos a ambos en 30 segundos, entonces tiene el final
perfecto o la base para una buena presentación.
·
Narrativa
A todos les gustan las
historias que a la vez instruyen y expresan un mensaje: la filosofía zen se cuenta
en sus historias y el cristianismo originalmente se enseñaba a través de
parábolas.
Si puede tejer su mensaje
en forma de historia o anécdota personal, entonces tendrá a la audiencia escuchando
cada palabra, incluso si lo inventa.
·
Ensayo
El ensayo es irremplazable.
Puede ensayar frente a un
espejo, o en un teatro vacío.
En ambos casos, debe
acentuar sus gestos y proyección vocal para acostumbrarse al sonido y a cómo se
ve.
No se desanime ante el
espejo; recuerde: uno ve mucho menos de sí mismo que los amigos.
·
Relajación
Si se pone nervioso
momentos antes del show, concéntrese en controlar su respiración o dé la
bienvenida a la adrenalina extra.
Lo bueno es que la
audiencia nunca se dará cuenta de sus nervios tanto como cree.
A su vez, si se congela
durante la presentación, sonría, mire sus notas y tómese su tiempo.
El silencio le parecerá
largo, pero no lo será para la audiencia.
Conclusión
Una
vez que el discurso se terminó y usted se ha calmado, debe tratar de evaluar
honestamente su rendimiento.
Solo
o con la ayuda de un amigo que haya estado entre la audiencia, decida cuál fue
el aspecto menos exitoso de su presentación y resuelva concentrarse en ese
punto en la próxima charla que dé.
Si
es un problema asociado con la preparación, entonces apunte hacia allí; si es
un problema con la presentación oral, escriba una nota usted mismo
recordándoselo y póngala frente a usted en la próxima charla.
La
práctica sólo es productiva cuando se hace un esfuerzo positivo para mejorar;
pruébelo.
Karin Silvina Hiebaum de Bauer. Licenciada en
relaciones Industriales y Comercio Internacional de la Universidad UADE de Argentina. Bachelor en Business
Administration, Universidad de Graz - Austria. Consultora
de Empresas en estrategias de Negocios y Comercialización para el mercado
doméstico e internacional. Docente en niveles de grado, postgrado y extensión
en distintas universidades de Austria.
Extraído del Club de Tablero de
Comando, 26 de diciembre de 2003.